Marítimo  | 

Abrir los ojos al tren y al barco

Es el trabajo que viene desarrollando la Escola Europea Intermodal Transport desde 2006, cambiar el punto de vista de numerosos alumnos para que contemplen la intermodalidad en las cadenas logísticas.

Si un transportista subía el camión a un barco para ir a Italia, fácilmente le podían preguntaban por qué en 2006. Ese fue el año cuando la entonces denominada Escola Europea de Short Sea Shipping empezó a formar a alumnos en transporte marítimo de corta distancia in situ, es decir, durante la travesía de los buques de Grimaldi y Grandi Navi Veloci que enlazaban y enlazan el puerto de Barcelona con Italia.

Nació al calor de las ayudas del programa Marco Polo para fomentar la intermodalidad.
Nació al calor de las ayudas del programa Marco Polo para fomentar la intermodalidad.

Actualmente, “la pregunta sería la opuesta”, por qué no subes el remolque a alguna de las autopistas del mar que salen de la capital catalana, señala Eduard Rodés, director y alma mater de la Escola Europea Intermodal Transport (actual denominación), con sede en el puerto de Barcelona. En los 17 años transcurridos, “hay más sensibilidad de los profesionales sobre la necesidad de cambiar la forma de hacer las cosas, hay más sensibilidad ambiental y la intermodalidad es una medida medioambiental”.

La Escola Europea, promovida por la Autoridad Portuaria de Barcelona, nació al calor de las ayudas del programa europeo Marco Polo para fomentar las autopistas del mar. Y nació como la ‘pata’ formativa para complementar la actividad de SPC-Spain.

“Nacimos con fondos de la CE, pero nos propusimos autofinanciarnos e iniciamos una expansión comercial”, que pasó por exportar el modelo de enseñanza a otros países y nuevas acciones formativas. Este fue el caso del programa SURCO, un tren escuela por la red FEVE en el norte de España, que echó a rodar en 2009 y que se mantiene actualmente, pero sin tren por lo costoso.

Con programas como SURCO (tren) o MOST (barco), la Escola ha contribuido y sigue contribuyendo a fomentar la intermodalidad: “Muchos profesionales que trabajaban en el sector, de aquí y de otros países, han aprendido a montar cadenas logísticas donde el tren o el barco es una opción”. El objetivo formativo es que los alumnos “planifiquen cadenas logísticas y no que un transportista suba al barco, por ejemplo, porque se ha quedado sin tacógrafo”. En los años de existencia de la Escola, “hemos cambiado el punto de vista de miles de alumnos para que vean el barco y el tren como una opción”, añade Eduard Rodés.

El sino de la Escola “es ser innovadora por naturaleza”. E innovadora es la plataforma ‘Port Virtual Lab’, un laboratorio logístico donde estudiantes y profesionales del transporte y logística internacional simulan operaciones reales. Ante la imposibilidad de hacer clases presenciales durante la pandemia, nació ‘Port Virtual Lab’: una transitaria virtual donde los futuros profesionales aprenden simulando operaciones reales de importación y exportación para un cliente, que es el profesor.

El punto de partida fue ‘Format al Port’, programa de formación para estudiantes de los ciclos formativos de Transporte y Logística y de Comercio Internacional que desarrolla la Escola en Barcelona. Esta iniciativa gustó tanto a la CE hasta el punto que la incluyó en el proyecto YED MED. La pandemia se cruzó por medio y, ante la imposibilidad de hacer clases presenciales, “innovamos y creamos ‘Port Virtual Lab”’. YED MED concluye con unos 4.000 alumnos participantes de diversos países este mes de diciembre. No es el final, ni mucho menos, de ‘Port Virtual Lab’. Hasta la fecha, la plataforma educativa se ha exportado a Róterdam, Arabia Saudí, Francia y Sudáfrica.

La Escola es fruto de una iniciativa liderada por el Puerto de Barcelona y de la que forman parte las navieras Grimaldi y Grandi Navi Veloci, así como los puertos de Génova y Civitavecchia. Estos han sido los socios de la Escola hasta abril al incorporarse uno nuevo, el puerto de Palermo. Y ello se traduce en que el programa MOST comenzará a impartirse a bordo en un servicio entre Palermo y Génova.

La apertura de una segunda sede, en Civitavecchia (Roma), “es también un hecho importante”. La Escola ha conseguido “autofinanciarse”, lo que no es óbice “para continuar participando en proyectos europeos”. En total, 5.497 alumnos pasaron por sus aulas en 2022.