Carretera  | 

Con el reto de cero víctimas

La jornada técnica sobre seguridad vial, organizada por Asetrabi con la Diputación de Bizkaia, mostró los avances en políticas públicas de gestión, formación de transportistas y en tecnologías para prevenir accidentes.

La Asociación Empresarial de Transportes de Bizkaia (Asetrabi), que preside Sonia García, cerró su tercer ciclo de jornadas técnicas, desarrolladas en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia, con un encuentro centrado en los retos y estrategias para mejorar la seguridad vial en el transporte de mercancías.

En el medio de la imagen Pilar Trueba y Jon Larrea, de la Diputación de Bizkaia, flanqueados por Carmen del Río y Amaia Garai, del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Euskadi.
En el medio de la imagen, Pilar Trueba y Jon Larrea, de la Diputación de Bizkaia, flanqueados por Carmen del Río y Amaia Garai, del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Euskadi.

Pilar Trueba Fernández, jefa de Servicio de Seguridad Vial, Mejora y Modernización del Departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación Foral de Bizkaia, aseveró, en su ponencia inaugural, que “transporte, infraestructura y seguridad vial son un único sistema. Y si una de estas piezas falla, el resultado se mide en víctimas”.

Tras partir del compromiso político, establecidos por la ONU y la Unión Europea, para alcanzar las cero víctimas graves y mortales en 2050, tras lograr, en 2030, una reducción del 50 por ciento en su número, Trueba aseveró que “vamos a tener que esforzarnos para llegar a esos objetivos con nota”.

La responsable foral explicó que “con el nuevo cambio de paradigma, la accidentabilidad vial ha pasado a considerarse un problema de salud pública. Es una enfermedad de la sociedad, en la que ya no se considera al conductor como único culpable del accidente de tráfico. Entra en juego el concepto de sistema seguro que pone en el centro la seguridad del usuario, con la del vehículo, y de la carretera, además de una velocidad adecuada a la infraestructura y una atención rápida tras un siniestro”.

Trueba detalló que “la Diputación de Bizkaia ha movilizado 160 millones de euros, en los últimos 20 años, en actuaciones específicas de seguridad vial. Unas mejoras que se realizan tras el diagnóstico de un problema de accidentabilidad encaminadas a acometer travesías, intersecciones, glorietas, rectificaciones de trazado o ensanches de calzada, entre otras obras.”

Asimismo, reseñó que “la red preferente de carreteras, que representa el 20 por ciento de los 1.300 kilómetros de carreteras que tiene este territorio, soporta entre el 60 y 70 por ciento del tráfico total de vehículos, realizando el transporte pesado siete de cada 10 kilómetros que recorren por estos corredores. Al puerto de Bilbao acceden diariamente unos 6.000 camiones diarios, que supone el 25 por ciento del tráfico total que accede a este polo logístico”.

La responsable foral remarcó que “los vehículos pesados registran pocos accidentes en Bizkaia, pero cuando ocurren y hay víctimas tienen una mayor probabilidad de que haya fallecidos y heridos graves. Por lo tanto, desde la gestión de la infraestructura y de la carretera debemos reducir su número con un trabajo conjunto con el sector del transporte profesional”.

En esta línea, Trueba expuso los datos de un análisis de la accidentabilidad de los vehículos pesados entre 2012 y 2022. “Suponen el 10 por ciento de los totales. Con víctimas representan el 7 por ciento, pero con heridos graves y mortales están entre el 9 y 10 por ciento”.

“Es decir, la probabilidad de un accidente con víctimas cuando interviene un vehículo pesado es de un 24 por ciento, que es más baja que el 35 por ciento del tráfico global. Sin embargo, cuando existen y hay víctimas la probabilidad de fatalidad es bastante mayor. El índice de mortalidad es de 2,5 a 3 veces más que en el global de toda la accidentabilidad. Además, la mayoría de estos accidentes se producen en condiciones óptimas de tráfico y visibilidad por lo que el factor humano es clave”, remarcó la responsable foral.

Finalmente, tras poner en valor el avance en la digitalización con la puesta en marcha de infraestructuras activas y con la aportación de la ciencia de los datos, Pilar Trueba avanzó que “se trabajará para enviar pocas informaciones, pero muy fiables y útiles en la cabina, para que los profesionales dispongan de mayor anticipación ante las situaciones de riesgo. Además, de aportar coherencia entre la señalización y el navegador y los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor (ADAS), indicaciones más legibles y velocidades coherentes para lograr unas carreteras que perdonen los errores humanos”.

A continuación, siguió una mesa redonda sobre movilidad segura y sostenible: políticas públicas, estrategias, formación y sensibilización. En ella, Estibaliz Olabarri, directora de Tráfico del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, señaló que “nos dirigimos hacia una movilidad conectada, inteligente, con unos datos que nos van a permitir mejorar la seguridad y la fluidez en el tráfico. Pero es una misión compartida y la responsabilidad de cada uno de los conductores es hacer de la carretera un lugar seguro, para seguir apostando por el objetivo de cero víctimas”.

En la misma mesa, Juan Antonio Figueroa, de Ceftral, ligada a la Confederación Española de Transporte de Mercancía (CETM), puso en valor la formación continua de los transportistas, “dado que la carretera es una toma constante de decisiones, y el sensor más importante es el conductor que las toma. El riesgo cero no existe por lo que hay que luchar para que baje a sus niveles mínimos”.

La jornada concluyó con una segunda mesa redonda con la participación de Fernando Zubillaga, gerente del Clúster de Movilidad y Logística de Euskadi, Sara Puignau, directora técnica de Basqueccam, y Joshué Pérez Rastelli, subdirector del Grupo de Transporte y Movilidad Sostenible de Ceit, en la que compartieron diversas iniciativas centradas en la contribución de la tecnología y la digitalización para la prevención de accidentes.