Opinión  | 

El acceso a mercados con altas barreras de entrada

David Santiago. Fundador y CEO de PCEX Automotive

La transformación digital es esencial para cualquier empresa que busque expandirse a un mercado global, que cada vez es más competitivo

La globalización y la digitalización hacen imprescindible que las empresas estén en constante evolución, necesiten adaptarse a los cambios para mantenerse al día y, al mismo tiempo, satisfacer las necesidades de sus clientes. De hecho, uno de los retos al que nos enfrentamos actualmente muchas de las empresas de nuestro país es el acceso a los mercados internacionales, ya que muchos presentan altas barreras de entrada. Es ahí cuando surge la necesidad de apostar por la transformación digital, que ha supuesto una revolución para el comercio internacional, abriendo así la posibilidad de acceder a otros mercados.

Actualmente, es esencial apostar por la digitalización, ya que se ha vuelto imprescindible para monitorizar multitud de indicadores o KPI’s por departamentos para medir parámetros clave y optimizar la toma de decisiones o bien, para la gestión de base de datos de clientes, proveedores, o productos y servicios comercializados.

Es evidente que los beneficios de la transformación digital son múltiples. En primer lugar, mejora la productividad de la organización. Vivimos en un mundo en constante evolución y esto se traslada también a este ecosistema, ya que el proceso de digitalización es, sin duda, el ADN del mismo. En esta apuesta por la transformación digital, es importante emplear herramientas tecnológicas durante todo el proceso: desde que el cliente entra para comprar el producto, pasando por la selección del mejor proveedor gracias a herramientas de machine learning y terminando por la recepción en almacén, contabilización y llegada del producto a su destino final.

Otra de las ventajas que proporciona la tecnología son las nuevas formas de negocio. Actualmente las empresas podemos utilizar plataformas de comercio electrónico donde vendemos nuestros productos en línea, lo cual nos permite llegar a un público mucho más extenso y reducir considerablemente costes operativos. De este modo, una de las principales ventajas de la transformación digital es la eliminación de gran parte de las barreras tradicionales para el comercio internacional. La posibilidad de que las empresas no tengamos que estar físicamente en un país para poder vender nuestros productos, pudiendo realizar este proceso a través de internet, facilita considerablemente el proceso de internacionalización. Es importante señalar que la internacionalización, por su parte, presenta muchas ventajas: aumentar la base de clientes, diversificar el riesgo, acceder a nuevos mercados y oportunidades, reducir costes como los de producción y distribución o aumentar la reputación de la marca. En general, ayuda considerablemente a reducir su dependencia de un solo mercado y minimizar el riesgo de pérdidas financieras debido a la volatilidad cambiante.

¿Cuál es la clave del éxito?
Sin duda alguna, consolidar el modelo de negocio país tras país. Es esencial trabajar con un foco muy claro desde el principio. Centrar la estrategia de negocio en mercados con altas barreras de entrada. Además, trabajar en un entorno b2b donde el ticket medio de compra es muy alto hace aún más difícil vender online. En nuestra propia experiencia, hemos sabido llegar al cliente desde los inicios de la compañía de un modo individualizado, convirtiendo posteriormente esa relación en digital. Una vez que controlas el proceso es menos complicado replicarlo por países.

Es evidente que la transformación digital y la internacionalización van ligadas, ya que la transformación digital es un elemento indispensable en la internacionalización, permitiendo a las empresas acceder a mercados remotos de manera más sencilla facilitando su competencia.

En resumen, la transformación digital es esencial para cualquier empresa que busque expandirse a un mercado global que cada vez es más competitivo. Además, la internacionalización es un proceso que permite a las empresas expandirse en otros mercados al tiempo que aumentan sus ingresos y diversifican sus operaciones. Los dos procesos juntos, pueden ayudar a las empresas a conseguir un éxito global.