El ferrocarril alcanza una cuota del 100% en el mercado polaco y del 22% en el alemán del productor vinícola, que ha incrementado la apuesta ferroviaria llegando a Suecia.
Grupo Freixenet sigue avanzando en intermodalidad desde que se convirtió en usuario habitual de la autopista ferroviaria de VIIA entre Le Boulou, junto a la frontera española, y Bettembourg (Luxemburgo) para sus exportaciones de cava al mercado centroeuropeo en la primavera de 2023.

El tren ha alcanzado una cuota del 100 por cien en el caso del mercado polaco y llega al 22 por ciento en el alemán, unos trayectos que el productor vinícola realizaba con anterioridad exclusivamente por carretera.
Además, utiliza la intermodalidad para llegar al mercado belga y, más recientemente, a Suecia a través de otros operadores ferroviarios. Grupo Freixenet evitó alrededor de 300 circulaciones de vehículos pesados en 2024, el primer año completo siendo usuario habitual del tren.
No se quedará aquí: “Estamos revisando qué oportunidades más sostenibles podemos implementar”, señala Cristina Durán, responsable de Logística del grupo. Y ello pasa por promover tanto “el ferrocarril como la carretera con vehículos más sostenibles”. Dentro de esta última apuesta, el cargador ha empezado a utilizar camiones con combustibles renovables en las importaciones desde Italia, “lo que nos ayuda a reducir aún más las emisiones”.
Alrededor del 80 por ciento de la producción de Freixenet va destinada a la exportación. Sus principales mercados son Alemania, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Brasil, Suiza, Bélgica y Japón. El productor vinícola decidió utilizar regularmente el tren para sus exportaciones a raíz del éxito de la prueba piloto que realizó en 2021, en alianza con el Clúster Ferroviari In-Move by Rail Group, presidido por Cimalsa, el Clúster Vitivinícola Català y otras entidades.
Más pilotos
Diversas cargadoras han mostrado interés en replicar esta iniciativa. Y es por ello que Cimalsa ha decidido dar continuidad a las pruebas piloto de cambio modal del camión al ferrocarril en trayectos internacionales. La empresa pública de la Generalitat, que promueve centros de transporte y plataformas intermodales, adjudicó recientemente los servicios de consultoría para la ejecución de un máximo de cinco pruebas piloto.
Otro productor vinícola, Familia Torres, ha empezado a subir al tren para que se convierta en el principal transporte para exportar sus vinos y destilados al mercado europeo. La bodega catalana ha acordado “la implementación de un sistema de transporte intermodal con varios distribuidores europeos para cubrir la mayor parte del trayecto en tren y limitar el uso del camión en aquellos tramos donde no haya alternativa”, señala a través de un comunicado. Ello supondrá una reducción de entre el 30 y el 40 por ciento de la emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la operativa de transporte del cargador, según sus cálculos.
Actualmente, el 14 por ciento de la huella de carbono de la bodega corresponde a la distribución. Los primeros mercados en los que ha empezado a utilizar el tren es el alemán (como Freixenet), de la mano de su distribuidor Wein Wolf, y el neerlandés (Walraven Sax). Verhoeven Logics es el operador logístico intermodal escogido por Walraven Sax para la operativa.