Hanjin invertirá 375 millones de euros en el desarrollo de la terminal pública de contenedores que se va a adjudicar en el puerto de Algeciras. Sin lugar a dudas, el desembarco de Hanjin, que participa en la segundo consorcio de armadores más grande del mundo (CKYH Alliance), sólo por detrás de la danesa Maersk, es una buena noticia para el sistema portuario nacional porque supone la primera inversión directa de una naviera asiática en el Mediterráneo occidental.
Además, el futuro desembarco de Hanjin echa por tierra un tópico peligroso que se estaba instalando en el mercado, cual es que cualquier concurso internacional convocado en puertos del sur de Europa para ofertar nuevas instalaciones de trasbordo iba a quedar desierto en beneficio de la nueva dársena de Tánger Med, donde han puesto sus ojos Maersk, CMA-CGM y MSC.
El concurso de Algeciras ha desmontado ese tópico, lo que no quiere decir que la competencia de Tánger Med sea un hecho baladí, haciéndose con un armador que ha apostado por una terminal pública y semiautomática, que dará empleo a 450 personas. Al mismo tiempo que esto ocurre en Algeciras, la futura ampliación norte del puerto de Valencia ha conseguido atraer la atención de los primeros espadas del contenedor nacional e internacional, como Dragados SPL, MSC, TCB, CMA CGM, Maersk y Dubai Ports.
Es decir, los puertos españoles, sobre todos los del Mediterráneo, han demostrado que tienen un potente recorrido, que es necesario subrayar y poner en valor en un momento convulso como el actual en el que se está debatiendo a golpe de convocatoria de huelga el modelo de estiba en nuestro país.
El Gobierno que salga de las elecciones del 9M tiene que tomar buena nota para que el inversor privado tenga de una vez por todas un marco legislativo estable. Y tiene que tomar buena nota Coordinadora porque el futuro de sus empleos pasa por hacer viables estas inversiones.
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