Marítimo  | 

Hasta 200.000 marinos atrapados en sus buques

La situación de los tripulantes sin posibilidad de regresar a sus hogares podría convertirse en una “crisis humanitaria“, según advierte la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte.

El Gobierno español tuvo que intervenir recientemente con el de Filipinas para permitir la repatriación de la tripulación de un buque con bandera española, que se encontraba abandonado y sin timón frente a las costa de Manila, según informó la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF). Se trata del buque “Celanova, un gasero de GLP perteneciente a la empresa Globalgas, con una tripulación de 15 personas, dos españoles y 13 cubanos, que llevaba fondeado en Filipinas por una avería desde el 17 de diciembre sin contacto ni solución por parte del armador. En breve se espera la repatriación de los marineros. 

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Miles de marineros en el mundo esperan poder volver a sus casas.

Pero este no es un caso aislado. La ITF y la Cámara Naviera Internacional (ICS) calculan que existen unos 200.000 marineros encerrados en sus buques, sin posibilidad de bajar a tierra para regresar a sus hogares. Las restricciones portuarias por la pandemia y la degradación de los servicios por cuestiones económicas o de otro cariz mantienen a decenas de miles de personas en un auténtico limbo legal. 

Por esta razón las organizaciones ITF, ICS y la Confederación Sindical Internacional han remitido una carta el pasado viernes al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para que persuada a sus Estados miembros a actuar en esta situación y evitar una “crisis humanitaria” que está impidiendo relevar a estos marineros.

En la carta se señala que “hay más de 200.000 marinos a bordo de embarcaciones en todo el mundo que han completado su período de servicio contractual, pero se les ha impedido regresar a casa. Muchos de estos marinos experimentarán efectos adversos en su salud mental y una capacidad reducida para desempeñar sus funciones de manera segura ante el aumento de la fatiga”. 

El texto recuerda que los países miembros se han adherido a los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos y destaca que “además, las duras restricciones impuestas por muchos países, incluida la denegación de permisos para bajar a tierra y el acceso a la asistencia médica esencial, están contribuyendo a la fatiga y el agotamiento. Nos preocupa el suicidio y la autolesión entre esta población vulnerable de trabajadores”. La carta concluye que “el tiempo se acaba. Pedimos que se tomen medidas de inmediato, antes del 16 de junio de 2020, la fecha límite final acordada para implementar cambios de tripulación para nuestros marinos”. 

Se da la circunstancia de que la ITF hizo una declaración conjunta con el grupo de negociación que representa a los empleadores del mar el pasado día 18, en la que se apoya explícitamente la Circular de la Organización Marítima Internacional (OMI 4204/Add.14) del 5 de mayo, en la que establecen los protocolos para todos los Estados miembro sobre el intercambio de tripulaciones de forma segura y se reconoce la “importancia de los hombres de mar y el transporte en el mantenimiento de la cadena logística”. La nota concluía que “cada mes se lleva a cabo el relevo de unos 150.000 marinos que entran y salen de los buques en los que trabajan, lo cual es necesario para garantizar el cumplimiento de las reglas marítimas internacionales sobre seguridad, salud y bienestar de la tripulación y prevención de la fatiga”.