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‘Paquete bomba’ para la mensajería

La Audiencia Nacional acaba con la distorsión de la competencia por la aplicación de diferentes convenios entre paqueteras y mensajeras que pelean en el mismo mercado.

Las empresas de paquetería y mensajería con autorización de operador de transporte tendrán que aplicar convenios de transporte por carretera. Así se recoge en el Acta de conciliación de la Audiencia Nacional -relativa al II Acuerdo General de Transporte de Mercancías por Carretera-, firmada por las patronales AEM, CETM y CEOT (integrada por UNO, Anatrans y Astic) el pasado 21 de marzo, que pone coto a la aplicación de convenios diferentes entre empresas que compiten en un mismo mercado, lo que constituye una distorsión de la competencia.

La noticia ha caído como una bomba de relojería en la mensajería. Fuentes del sector, que han preferido guardar el anonimato, señalaron a este periódico que “el acuerdo llega en un momento económico delicado y puede suponer un sobrecoste letal para las empresas de mensajería, que se verían obligadas a aplicar un convenio con salarios mucho más elevados, como es el de transporte” (ver gráfico adjunto). Y es que, según el criterio fijado por la Audiencia Nacional, el convenio de mensajería deberá ser aplicado de forma exclusiva por “las empresas de mensajería puras”.

Es decir, aquellas que realicen reparto con motocicletas o vehículos de menos de 2 toneladas de MMA y que no necesiten autorización administrativa para su funcionamiento, según informa UNO en comunicado de prensa. En román paladino, “el convenio de mensajería, que por otra parte los sindicatos se niegan a firmar desde hace años, podrá ser aplicado en el futuro por muy pocas empresas, pues es difícil encontrar a alguna que se dedique solamente a mover un sobre de una oficina a otra, como sucedía hace años.

Ahora, casi todas hacen de todo”, señala un directivo del sector. De hecho, la mayoría de las empresas asociadas a la Asociación Española de Mensajería (AEM), que preside Alberto Genescá, precisan de la autorización de operador de transporte, como lo demuestra el hecho de que esta organización empresarial haya conseguido acreditar su representatividad para poder formar parte del Comité Nacional del Transporte por Carretera.

Entre las empresas afectadas por el acuerdo se encuentran MRW, Tipsa, Nacex y Halcourier, entre otras, que operan bajo el paraguas del convenio de mensajería. Este periódico se ha puesto en contacto con algunas de ellas, que se han limitado a alinearse con la posición de AEM. El reciente acuerdo tiene su origen en la demanda presentada por AEM a los firmantes del II Acuerdo General de Transporte de Mercancías por Carretera ante la Audiencia Nacional, acusándoles de “falta de legitimidad y representatividad” al incluir en su ámbito de aplicación a la mensajería. Finalmente se llegó a una entente que propició la firma del mencionado Acta de conciliación. Fuentes de la junta directiva de AEM declinaron realizar declaraciones, tras anunciar que seguirán adelante con sus planes programados en negociación sobre temas laborales. “No vamos a entrar en ningún cruce de declaraciones sobre este asunto”, puntualizaron.

DIFERENCIAS NOTABLES
Por su parte, un alto ejecutivo de una empresa paquetera, que ha utilizado históricamente los convenios de transporte, apunta que “el acuerdo puede tener un impacto deseable, porque la situación actual no deja de ser una distorsión tremenda de la competencia”. Como puede apreciarse en el cuadro de la página anterior, las diferencias salariales entre los diferentes convenios provinciales de transporte y el convenio estatal de mensajería (2007) son notables, llegando en algunos casos a duplicar el salario por realizar la misma actividad. En este sentido, otro directivo de paquetera recuerda que algunas empresas se han amparado en el hecho de que en sus inicios hacían mensajería urbana, pero posteriormente han derivado hacia la actividad de operador de transporte. “Por eso es importante que se haya hecho de una vez esta definición”.

El interrogante que queda por despejar es la rapidez con que se plasmará el citado acuerdo. De hecho, los diferentes actores implicados no parecen tenerlo muy claro. “Lo lógico sería que se aplicase el convenio de transporte en estas empresas de forma inmediata, aunque es cierto que con la reforma laboral se abre la puerta a que decidan negociar con sus trabajadores convenios de empresa.

Aquí está la duda”, señala un directivo próximo a UNO. Fuentes sindicales, por su parte, coinciden en reconocer la misma incertidumbre en el marco de un sector en el que se producen situaciones tan anómalas como que “alguna empresa esté aplicando el convenio de oficinas y despachos, mucho más barato”. Por este motivo, desde una paquetera reconocen que “lo que va a tener mayor peso será la jurisprudencia, que es la que acelerará el proceso”.

Cuando haya trabajadores despedidos que reclamen una indemnización en base al convenio de transporte, en lugar del de mensajería que se les está aplicando, y se les dé la razón en sentencia judicial, “esto tendrá un efecto de contagio tremendo”. Ésta sería la vía, porque “no creo que haya denuncia por parte de los sindicatos, que tienen poca fuerza en este segmento”, explican.

Así, se impulsaría “este proceso encaminado a hacer converger los costes de empresas que realizan la misma actividad, lo que parece sano. ¿Por qué un mozo de almacén de una paquetera tiene que cobrar el doble que uno de una empresa que aplica el convenio de mensajería? No parece muy justo”, añaden. Además, a partir de este momento, “cualquier trabajador podrá reclamar a una empresa que viniese aplicando el convenio colectivo de mensajería que le aplique, con efectos económicos retroactivos, el convenio colectivo que le fuese de correcta aplicación, en este caso el de transporte y operadores de transporte”, matiza la nota de UNO.

Por su parte, en el lado de las empresas obligadas a aplicar el cambio de convenio se reconoce en petit comité un profundo malestar porque “todo esto proceso haya sido impulsado por las grandes empresas de paquetería cuyos accionistas principales son operadores postales públicos”. Es decir, “algunos de los que nos están acusando de competencia desleal por aplicar un convenio distinto al suyo están en el mercado tirando con pólvora del rey, ¿eso no es competencia desleal?”.

Diferencias en convenio

Las mayores diferencias entre los convenios provinciales de transporte y el convenio estatal de mensajería se encuentran en la categoría de mozo de almacén, donde se duplican salarios en Barcelona (19.872 euros en transporte frente a 9.034 en mensajería), Bilbao (18.727 euros) y Madrid (18.292 euros).
En el caso de los conductores, la mayor diferencia salarial se da en Barcelona, con 21.491 euros en el convenio de transporte frente a los 11.250 euros de la mensajería. Las diferencias superan el 50 por ciento en otras seis provincias más.

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