La entrevista  | 

Alba Carré

Directora general del Grupo Calsina Carré

“Necesitamos una autopista ferroviaria en España”

La intermodalidad es una apuesta estratégica del Grupo Calsina Carré, que alcanza actualmente una cuota del 50% en sus tráficos con Europa y proyecta llegar al 80%. Una intermodalidad que empieza al otro lado de los Pirineos porque “el ferrocarril no está bien resuelto en España”, señala Alba Carré, tercera generación al frente de la empresa familiar.

Interior Alba Carré tresjpg> ¿Qué retos supone estar al frente de una empresa que fundó su abuelo con un camión y hoy suma una flota de más de 1.000 vehículos?
Es un reto profesional al ser una empresa de éxito y en crecimiento. También es un reto personal. Tenemos conciencia como familia del valor de la empresa. Consideramos que nuestra familia también son los casi 800 empleados. Es un reto generar seguridad y riqueza para nuestros empleados. Y es un reto bonito.

> ¿Es un reto ser mujer en un sector tan masculinizado?
No me ha supuesto un esfuerzo extra. Siempre hemos tenido figuras femeninas muy importantes en Calsina, como mi tía (Cristina Carré) que ha sido históricamente la directora de Operaciones. Y me gustaría que no me llegaran a preguntar por esta cuestión porque supondría que está completamente normalizada la presencia de la mujer en todas las esferas.

> ¿Cómo fue el pasado ejercicio para el Grupo?
Aunque el contexto fue muy complicado, cerramos un buen año. Crecimos aproximadamente un 15 por ciento en facturación. Crecieron todos los negocios que componen el Grupo. Hemos llegado a los 200 millones de euros de facturación, que es histórico. Además, lo hemos hecho con un buen resultado al final del ejercicio.

> ¿Cómo está funcionando la apuesta por la diversificación que ha supuesto el aparcamiento seguro para terceros en la sede central en Girona (Pont de Molins)?
Efectivamente, Calsina Carré Services es una apuesta por la diversificación y va más allá del aparcamiento. Abrimos las puertas de nuestra casa a todos los transportistas externos que tengan interés en utilizar nuestros servicios como flotistas. Está funcionando bien. Queremos tener un compromiso con el sector, hay que dignificar las condiciones de los transportistas. Y ello pasa porque tengan espacios seguros, cómodos y agradables donde hacer sus descansos. Además, este tipo de instalaciones pueden ayudar como punto de recarga de energías renovables para un transporte más sostenible en un futuro. No es solo una línea de negocio, es la aportación que Calsina hace al sector para que, entre todos, vayamos mejorándolo y dignificándolo.

> ¿Cuántas filiales tiene actualmente el Grupo?
Tenemos la central en España y filiales en Rumanía, la segunda más grande del Grupo, Marruecos, Túnez y Holanda. Abriremos dos más este año, una en Portugal y otra que no podemos todavía anticipar. Estamos en Europa y en el Magreb porque nuestro objetivo estratégico es el desarrollo en el mercado europeo y en el magrebí. España está en medio, una situación estratégica para cubrir el norte de África, por eso estamos allí, y llegar al norte de Europa, por eso estamos en el este de Europa.

> ¿Qué mercado crece más el magrebí o el europeo?
Siguen teniendo más peso nuestros tráficos internacionales con Europa, pero el que más está creciendo es el marroquí, a un ritmo del 35 por ciento anualmente.

> ¿Ello tiene que ver con la relocalización?
Sí. Tenemos clientes de automoción y del sector textil que están apostando por relocalizar sus empresas en Marruecos.

> ¿Su principal cliente sigue siendo el sector de la automoción?
Sí, pero no representa ni un 20 por ciento. Habíamos sido mucho más dependientes de la automoción en el pasado, pero nuestra estrategia ha sido diversificar, y lo hemos logrado.

 

Sumaremos dos filiales más este año a las que ya tenemos en Europa y el Magreb

 

> ¿Tienen previsiones de ganar capacidad?
Nuestros principales almacenes logísticos están en Valls (Tarragona) y en Túnez. Estamos desarrollando un proyecto importante de construcción de un almacén logístico en unos terrenos que compramos en diciembre en Tánger (Marruecos) y que estará operativo el próximo año.

> ¿Han entrado últimamente en algún nuevo sector y/o mercado?
Todavía tenemos recorrido en los sectores donde trabajamos y no vamos a entrar en nuevos de momento. Sí queremos continuar con la estrategia de desarrollar más el Magreb y seguir apostando por la intermodalidad.

> ¿Cuándo entró Calsina Carré en la intermodalidad?
Entramos en la intermodalidad en ferrocarril como eje estratégico hace cinco años. Utilizamos sobre todo el ferrocarril saliendo de Perpiñán y Le Boulou. Nuestros destinos principales son a Bettembourg (Luxemburgo), para cubrir la zona de Bélgica, Países Bajos y oeste de Alemania, a París, para cubrir la zona norte de Francia, y a Calais, para llegar a Gran Bretaña. Ahora, estamos trabajando para unir nuestra filial rumana a la intermodalidad y transportar remolques en tren desde Rumanía a Bettembourg.

> ¿Por qué suben al tren en Francia y no desde España?
Nos encantaría utilizar el tren desde España. Es verdad que estamos bien ubicados, cerca de la frontera, para subir al ferrocarril en el sur de Francia, pero también lo estamos para subirnos en Barcelona. Escogemos el sur de Francia y no Barcelona porque el ferrocarril no está bien resuelto en España, los costes son mayores y es menos atractivo.

> ¿Utilizarán el tren cuando esté hecho el Corredor Mediterráneo?
Apoyamos todos los lobbies existentes para fomentar el Corredor Mediterráneo. Lamentamos que vaya tan lento este tipo de proyectos en España. Nos interesa mucho cruzar España en autopista ferroviaria teniendo tanto negocio en Marruecos. Y hay proyectos interesantes, como la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza. Para nosotros, el ferrocarril es una autopista ferroviaria donde subimos los remolques.

> ¿Qué cuota tiene actualmente la intermodalidad?
El grupaje, que supone el 50 por ciento de nuestra actividad, no encaja en el ferrocarril por el servicio ‘puerta a puerta’. De todas las operaciones de carga completa con Europa, donde es viable utilizar el tren, la mitad ya es intermodal. Prevemos llegar al 80 por ciento. Necesitamos una autopista ferroviaria en España para nuestros tráficos desde Marruecos para dar un salto más significativo.

> ¿Cómo ha evolucionado la flota de remolques P400?
Más del 40 por ciento de nuestra flota es ya P400. Excepto los furgones que utilizamos en Marruecos, calculamos que tendremos toda la flota de remolques P400 en unos dos años, ya que es un modelo que nos aporta flexibilidad y versatilidad.

> Al margen de la intermodalidad, ¿qué otras apuestas hacen para reducir la huella ambiental?
Hemos hecho un ejercicio interno a nivel de toda la infraestructura para reducir la huella que generamos en nuestras instalaciones. En flota, complementando la intermodalidad, testamos cada nueva tecnología que aparece. El problema es que no está resuelta todavía cuál será la tecnología definitiva para el transporte internacional. A lo largo de este año, haremos pruebas con vehículos eléctricos. También estamos evaluando el combustible renovable.

> ¿Y el duotrailer?
También nos apoyamos en el duotrailer. Es una forma sencilla de reducir las emisiones. Esperamos que se regularice su utilización en toda España este año. Y de regularizarse, ampliaremos la flota que ahora tenemos, que son dos unidades.

Me sorprende que el transportista no tenga ayudas directas para subir al tren

 

> ¿Cómo afrontan la falta de chóferes y de vehículos?
Acusamos el año pasado la falta de vehículos porque todos los pedidos llegaron tarde, lo que generó problemas de capacidad. Las entregas se han regularizado y, actualmente, no nos faltan. El problema es que los pagamos muy caros. En chóferes, tenemos la suerte de que no nos faltan porque hemos diversificado las fuentes de contratación. Hemos contratado desde todas nuestras filiales, hemos intentado adaptar el trabajo al conductor para que esté bien y hemos apostado por mejorar la calidad de las instalaciones.

> ¿Cómo valora las diversas normativas del sector que han entrado en vigor últimamente en España?
Bien. Ya era hora de que se regulara la carga y descarga. Contribuye a hacer más atractiva la profesión ante la falta de conductores. En relación con la cláusula del gasóleo, ayuda a los transportistas más pequeños que no tenían el mismo poder de negociación con sus clientes que nosotros, que llevamos años aplicándola. Y ha ayudado mucho la subvención de 20 céntimos al gasóleo.

> ¿Alguna normativa que se tendría y no se ha aprobado?
En términos de sostenibilidad, el duotrailer tendría que estar ya aprobado. Llevamos años demostrando que es un transporte seguro. Y hay que dar el paso al CMR digital, pero será difícil hasta que no nos obliguen a ello.

> ¿Qué opina de la propuesta de la CE de regular las 44 toneladas?
Para nosotros, no es determinante porque no transportamos mucho peso. Es una medida lógica en aras a la sostenibilidad.

> ¿Cómo va la relación entre transportistas y cargadores?
No puedo hablar con una perspectiva de mucho tiempo porque profesionalmente estoy desde hace cinco años. Ha habido un punto de inflexión, se han agudizado los problemas y se han puesto encima de la mesa todos estos problemas relacionados con el sector. Y este punto de inflexión ha ayudado a que el cargador comprendiera mejor al transportista, lo que pienso que es positivo.

> ¿Considera que Bruselas penaliza demasiado al camión en favor del tren?
No estoy de acuerdo. Sí a favor de penalizar al transporte por carretera siempre que venga acompañado de ayudas. Faltan ayudas para subir al ferrocarril. Me parece sorprendente que no tengamos ayudas directas en España para hacer cambios significativos en la flota para que suba al tren o ayudas para cambiar la operativa que una empresa de transporte necesita para dar el salto a la intermodalidad.

El personaje
Alba Carré es licenciada en Dirección de Empresas por Esade Business School. Antes de aterrizar en la empresa familiar, trabajó en multinacionales del sector del gran consumo, como Danone y Procter & Gamble, desarrollando diversos cargos de responsabilidad en España y Suiza. Regresa a Cataluña para ponerse al frente de la empresa que fundó su abuelo hace apenas seis años.