Opinión  | 

Caminando hacia el puerto 4.0

Juan Manuel Martínez Mourin. Director general de Eurogestión

En la última edición del encuentro anual ‘Smart Ports’, el jefe de Innovación de Puertos del Estado, José Llorca, presentó el proyecto ‘Fondo 4.0’. Esta iniciativa facilitará que los puertos españoles aporten el 1 por ciento de su cash flow a un fondo común durante los próximos años para financiar iniciativas que permitan implementar últimas tecnologías en el sector portuario, contribuyendo a su modernización y transformación digital

El proyecto ‘Fondo 4.0’, que iniciará su andadura en pocos meses con el lanzamiento de una primera convocatoria, ya promete y ha despertado la expectación de las empresas tecnológicas. Entre estas, cabe destacar el interés especial, sobre todo, de dos perfiles de compañías: por una parte, las que ya llevamos años de trabajo en el sector portuario con propuestas especializadas, y por otra, las generalistas (sobre todo las multinacionales).

El Fondo 4.0 supone una novedad sin precedentes en nuestro país, ya que representa el apoyo decidido de la administración pública al sector tecnológico mediante la financiación directa a las empresas. Es más, todo apunta a que pueda convertirse en un caso de éxito que contribuya a que se produzca un verdadero salto cualitativo en el tejido innovador en España. Tengamos en cuenta que, pese a contar en nuestro país con entidades financiadoras del I+D+i, estas requieren una serie de avales que garanticen la devolución del capital que prestan y que, además, es tan necesario para realizar proyectos de innovación. Este requisito termina discriminando a las microempresas innovadoras que se ven impedidas a la hora de recibir estos fondos debido a la dificultad o imposibilidad de conseguir los avales exigidos. Ante esta iniciativa, cabe preguntarse si otros estamentos públicos seguirán el ejemplo para apoyar la necesaria innovación en otros sectores.

Por otra parte, a pesar de las bondades evidentes del Fondo 4.0, a priori pueden surgir algunas dudas y sombras que nos harán estar muy pendientes de la iniciativa y su evolución.

En primer lugar, puede ser motivo de alerta el hecho de que Puertos del Estado adquiera un porcentaje muy significativo de control sobre las soluciones tecnológicas que apoye, mediante la copropiedad en las patentes. Este porcentaje se estimaría en la misma proporción de su financiación, pudiendo to¬mar incluso participaciones de capital en las empresas involucradas. En otra línea, puede resultar llamativo que, a título de recomendación, se sugiera una asignación específica a cada autoridad portuaria y que, precisamente, sean estas las responsables de dinamizar el ecosistema de innovación en sus territorios. No está mal como ideal, ya que tendría ventajas como la conversión de la costa española en una macrozona tecnológico-innovadora. Pero ¿qué pasará entonces con el interior del país? ¿Quedamos entonces excluidas del plan las empresas situadas en provincias sin puertos?

No obstante, volvamos a las virtudes del proyecto. De lo que no cabe duda es de que arranca una nueva dinámica que debe impulsar a la industria portuaria a potenciar sus verdaderas aportaciones de valor a la hora de automatizar todos aquellos procesos que se basan en meros trámites de papeles. Al tiempo que debe centrar el foco en el dato, su gestión y valorización. Pronto veremos desarrollarse y expandirse masivamente soluciones de gestión portuaria basadas en la incorporación de tecnologías como blockchain, inteligencia artificial, robotización software, o internet de las cosas. Por lo pronto, en Smart Ports 2019 ya pudimos comprobar que existen iniciativas de este tipo, ahora solo nos queda esperar que se vean potenciadas mediante la inyección de capital a través del Fondo 4.0.