Otra cosa es el mayor o menor grado de su implantación y las barreras a su desarrollo, según se puso de relieve en una jornada organizada por UNO en Barcelona.
Las empresas tienen dos opciones: o emprenden el camino de la digitalización e innovación o desaparecerán del mercado. “La innovación es un elemento clave, sí o sí”, y las empresas que no están trabajando ya en ello “están muertas o estarán a punto de morir”, señaló, de forma contundente, Francisco Aranda, presidente de UNO, en el marco de una jornada sobre digitalización e innovación organizada ayer por la patronal logística.
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La directora de Transportes de la Generalitat presidió la inauguración de la jornada.[/caption]
Eso sí, otra cosa es el mayor o menor grado de implantación de la digitalización en los actores que integran la cadena de suministro o las barreras que dificultan su desarrollo.
Hubo coincidencia en que la digitalización es una realidad en los flujos de información o documentación que acompañan a la carga, “el flujo de información es el que más se ha beneficiado de la digitalización. Y ello debería ayudar al flujo de las mercancías, pero no lo está haciendo”, aseguró Israel Palet, jefe de Logística de Copesco, fabricante de alimentación.
La velocidad que la digitalización ha imprimido al flujo de información no se ha trasladado al flujo físico de las mercancías por “la falta de estándares” comunes a todos los actores que integran la cadena de suministro, añadió.
Israel García, responsable de Sistema de Tecnologías de la Información de Alfil Logistics, coincidió en el avance en la “trazabilidad de la mercancía”. Además, “es relativamente fácil automatizar parte de la cadena de suministro”. No obstante, la digitalización topa con dificultades como son “hacerla rentable” o “el cambio de mentalidad” que exige al trabajador, siendo la principal barrera, para este experto, “las excepciones que pueden impedir la automatización total”.
Medir el grado de digitalización de la cadena de suministro es complicado, ya que “conviven grandes
players con autónomos” en el sector del transporte, además de “incorporarse ahora las
start-ups”, señaló Joan Lluís Rubio, director de Marketing de Ader.
Manuel Valdés, gerente de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona, aseguró que es “esencial el pacto” entre la Administración y empresas para alumbrar y desarrollar el nuevo plan estratégico para la distribución urbana de mercancías (DUM) en la capital catalana, un proyecto que actualmente está en fase de consultas. “Nosotros tampoco tenemos la solución (a la última milla), la solución saldrá del trabajó en común”, coincidió el presidente de UNO. Francisco Aranda defendió la necesidad de una “ciudad flexible” ante los retos de la última milla.