La actividad aumenta más en la fachada atlántica, por el servicio entre Santander y Bélgica, que en la mediterránea, según el último Observatorio Estadístico de SPC-Spain.
El transporte marítimo de corta distancia sigue gozando de buena salud a tenor del último Observatorio Estadístico, correspondiente al primer semestre de 2019, de la Asociación Española de Promoción del Transporte Marítimo de Corta Distancia (SPC-Spain).
[caption id="attachment_94604" align="alignleft" width="300"]

Aumenta más en el arco atlántico.[/caption]
Este tipo de transporte, incluido el cabotaje e internacional, saldó el primer semestre con un total de 135 millones de toneladas movidas, el 6,7 por ciento más en comparación con el mismo periodo de 2018. El incremento fue mayor sumando únicamente los flujos internacionales, el 10,1 por ciento más, hasta los 11,4 millones de toneladas (excluyendo los vehículos en régimen de mercancías). El informe destaca que la distancia entre la fachada atlántica y mediterránea sigue reduciéndose al incrementarse más los tráficos en la primera (+17,2 por ciento) que en la segunda (+9,1 por ciento).
No obstante, la diferencia de actividad entre ambas sigue siendo acusada, registrando el arco mediterráneo unos flujos superiores a los cinco millones de toneladas, hasta junio, frente a las casi 800.000 toneladas del atlántico. En este último, destaca sobre todo los tráficos con Bélgica, que se han multiplicado por tres. Y ello debido a la mayor frecuencia del servicio entre el puerto de Santander y el de Zeebrugge. En la fachada mediterránea, el mayor aumento es con Italia (+13,1 por ciento). La otra cara de la moneda, el transporte marítimo de corta distancia de vehículos en régimen de mercancías ha experimentado un retroceso del 5,9 por ciento. No obstante, SPC-Spain destaca que "más de 500.000 vehículos utilizaron el buque para trasladarse desde puertos españoles a otros destinos europeos y próximos durante la primera mitad del año".