El siguiente objetivo es el corredor Barcelona-París tras poner en marcha el primer servicio desde España, que ‘cumple’ las expectativas de la filial de SNCF.
La autopista ferroviaria de VIIA entre Barcelona (Can Tunis) y Luxemburgo (Bettembourg),
que la filial de SNCF puso en marcha a principios de año, llega al sur de la Península a través del servicio de Multirail que enlaza la capital catalana con Cádiz. Al saltar a este lado de la frontera, “nos hemos convertido en operadores locales y, estar más cerca de la demanda, nos ha facilitado captar nuevo tráfico”, señala Miguel de Sanjuan, director de Desarrollo de Negocio de VIIA en la Península. A la vez, empezar a operar desde la terminal de Can Tunis, “nos ha permitido sumar sinergias con otros operadores y conectarnos con las redes locales como la de Multirail”, añade.
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Miguel de Sanjuan presentado la autopista ferroviaria en el último SIL.[/caption]
Tras reabrirse a la circulación el tramo Bobadilla-Algeciras, Multirail recuperó el servicio multicliente entre la terminal de Morrot (Barcelona) y San Roque (Cádiz), con parada en Córdoba y una extensión a Sevilla, según ya publicó TRANSPORTE XXI en una anterior edición. “La próxima parada será en Valencia”, anunció en Barcelona Juan Ramírez, director de Operaciones de Multirail. El servicio, con una periodicidad de dos frecuencias semanales, cuenta con tracción de Captrain España (antigua Comsa Rail Transport), filial de SNCF como VIIA.
La autopista ferroviaria Barcelona-Luxemburgo “cumple el plan de desarrollo con los trenes mixtos de contenedores y semirremolques”, añadió Miguel de Sanjuan. Es más, hay transportistas que “están comprando material móvil”, como los semirremolques P400, para subirse al tren. Aunque la autopista ferroviaria está cumpliendo las expectativas, el operador ferroviario declina fijar una fecha concreta para la ampliación del servicio, que empezó en febrero con cinco frecuencias semanales. “Esperamos llegar a las ocho frecuencias antes de que finalice el año, pero dependerá de la evolución de la demanda”. “La frecuencia da robustez a un servicio intermodal”, añade el directivo. Tras entrar en el mercado peninsular con la autopista ferroviaria Barcelona-Luxemburgo, “el siguiente reto es Barcelona-París, que esperamos anunciar el próximo año”.
El nuevo servicio de VIIA pasa por el corredor en ancho de vía internacional (UIC) con tracción de Renfe, el único operador con locomotoras homologadas para circular por el mismo. Los convoyes tienen capacidad para transportar hasta 1.500 toneladas de composiciones mixtas, semirremolques (el 70 por ciento del tren) y contenedores. Las previsiones son que la nueva autopista ferroviaria evitará el paso de 22.000 camiones por La Jonquera (Gerona) anualmente, ahorrando 23.070 toneladas de emisiones de CO2.
Un millón de remolques
La red de autopistas ferroviarias de VIIA ha alcanzado el millón de semirremolques transportados desde que comenzó el primer corredor. La Autoroute Ferroviaire Alpine (AFA) fue la primera autopista ferroviaria orientada al transporte de semirremolques en tren entre Aiton (Francia) y Orbassano (Italia), que se puso en marcha en 2003.
Nació cuatro años después Lorry-Rail, enlazando Bettembourg (Luxemburgo) con Le Boulou (Francia), junto a la frontera española. La siguiente, VIIA Britanica, que conecta Le Boulou con el puerto de Calais, donde el remolque se sube al ferri para cruzar el Canal de la Mancha y llegar al mercado británico. Posteriormente, abre un servicio entre Orbassano y Calais.
En febrero de 2019, entra en la Península con la línea entre Barcelona y Bettembourg. Un mes después, amplía la autopista ferroviaria Le Boulou-Calais con una parada intermedia en la terminal intermodal de Mâcon. Las autopistas ferroviarias economizaron 80.000 toneladas de CO2 al sumar el transporte de 106.615 semirremolques el año pasado, según datos del operador.