La dársena incrementa el 4 por ciento los ingresos, hasta los 173,5 millones de euros, por la mayor actividad, a pesar de la reducción de la tasa a la mercancía el pasado ejercicio.
El puerto de Barcelona ha batido nuevo récord en actividad con 67,7 millones de toneladas de mercancías movidas el año pasado, el 10 por ciento más en comparación con 2017. Y no únicamente ha hecho historia en tráfico total, “ha sido el mejor año en diversos tráficos estratégicos”, señaló ayer Mercè Conesa, presidenta de la Autoridad Portuaria, durante la presentación de los resultados. [caption id="attachment_92793" align="alignleft" width="384"]
La cuota del tren supera el 13%.[/caption]
Ha sido un incremento histórico en contenedores, con 3,4 millones de TEUs y un avance del 10 por ciento, en graneles líquidos, con 15,2 millones de toneladas (+5,2 por ciento), y en pasajeros, con 4,4 millones de usuarios (+8,6 por ciento). La otra cara de la moneda, el comportamiento de los graneles sólidos, que han registrado un retroceso del 4,7 por ciento, hasta los 4,2 millones de toneladas, debido, sobre todo, a la caída de exportación de cemento. El otro tráfico con saldo negativo (-3,3 por ciento) ha sido el de vehículos nuevos, sumando 810.218 unidades.
La dársena catalana también ha batido récord en intermodalidad con las autopistas del mar (+7 por ciento), que han saldado el ejercicio con unos 150.000 UTIs, según ya avanzó TRANSPORTE XXI. En otras palabras, las saturadas carreteras europeas se han ahorrado la circulación de 150.000 camiones. El tren también ha estado de enhorabuena en el puerto catalán, el primero peninsular en tráficos ferroportuarios de contenedores. Un total de 262.379 TEUs han entrado o salido por tren del recinto, el 7,7 por ciento más. Y ello ha supuesto que el ferrocarril “pase, por primera vez, de la cuota del 13 por ciento” (+13,3 por ciento), señaló José Alberto Carbonell, director general de la Autoridad Portuaria. La cuota del tren en automóviles también ha marcado récord con un peso del 36,2 por ciento, hasta las 263.900 unidades (+11 por ciento).
El balance económico se ha saldado con una cifra de negocio de 173,5 millones de euros, el 4 por ciento más. “Se ha compensado la disminución de la tasa a la mercancía con un aumento de la actividad”, añadió Mercè Conesa. El beneficio alcanzó los 53,7 millones de euros (+8 por ciento), mientras que el cash flow sumó 102,5 millones (+4 por ciento). El puerto de Barcelona cerró el año pasado con una deuda de 196,7 millones de euros, frente a los 281,1 millones de 2017.
Durante el pasado ejercicio, “se consolidó el salto de escala de 2017”. De cara a este año, la Autoridad Portuaria prevé que siga creciendo la actividad. No obstante, es pronto para concretar si el incremento será de dos dígitos, más ante un “escenario de volatilidad y de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China”, precisó la presidenta de la Autoridad Portuaria.
Más libertad tarifaria
Mercè Conesa aprovechó la presentación de los resultados para volver a reclamar una mayor libertad tarifaria. En cuanto a los pendientes accesos terrestres, como el proyecto va para largo, la presidenta de la Autoridad Portuaria pidió “ya” al Adif mejoras en el ramal ferroviario que pasa por la calle 4 del polígono de la Zona Franca para agilizar la operativa interna, así como apartaderos de 750 metros de longitud entre Barcelona y Zaragoza, el corredor ferroviario peninsular que más mercancías mueve. Ambas actuaciones “son urgentes” para que el puerto no pierda competitividad mientras espera los accesos definitivos, que siguen sin fecha, alertó la presidenta.
Más información en la próxima edición en papel de TRANSPORTE XXI.