El tráfico total se incrementó el 23 por ciento, hasta los 10,7 millones de toneladas, y el de contenedores aumentó el 21 por ciento, con 514.499  TEUs, en los dos primeros meses del año.

El puerto de Barcelona no ha podido iniciar mejor el año con crecimientos de dos dígitos en todos los segmentos de actividad tras los registros récord que tuvo el pasado ejercicio. El tráfico total ha avanzado el  23 por ciento durante los dos primeros meses de 2018, hasta alcanzar los 10,7 millones de toneladas de mercancías, en comparación con el mismo periodo de 2017. Los graneles líquidos se mantuvieron al alza con un incremento del 16 por ciento y más de 2,6 millones de toneladas canalizadas. En cuanto a los sólidos, la actividad se disparó el 62 por ciento durante el periodo, hasta las 797.530 toneladas. Destacó sobre todo el fuerte impulso del cemento y clínker, así como el incremento del haba de soja y las potasas. En cuanto al tráfico de contenedores, la instalación catalana canalizó 514.499 TEUs, el 21,3 por ciento más respecto al acumulado en los dos primeros meses de 2017. En estos flujos, destacó el transbordo, que aumentó el 54 por ciento. La instalación catalana ha iniciado el año recuperando el tráfico de vehículos, que bajó en 2017, al mover un total de 126.537 unidades, con un incremento del 11,4 por ciento. Otro tráfico estratégico, el short sea shipping, ha cerrado los dos primeros meses del año con 25.000 UTIs y un avance del 12 por ciento.