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De moda o demodé

Está demodé pensar o hablar de nada que tenga que ver con la economía real, excepto claro, si ponemos la palabra “verde”

Está de moda ser profeta. Si Jesucristo levantara la cabeza estaría encantado de la cantidad de imitadores que le han salido. Pronosticar el futuro a 30 años vista es lo que se lleva. Siempre he oído que los planes estratégicos a más de cinco años no se los cree nadie, menos si se trata de empresas tecnológicas.

Lo que importa a los inversores, al capital, es qué va a pasar este año y el que viene y, por supuesto, la proyección. Y lo que le importa al pueblo llano, a los trabajadores o empresarios, son los problemas de hoy y si mañana los podré resolver o sortear. Pero a los profetas, esto les parece demodé, banal, propio de mentes inferiores y seres sin ambición.

Si nos centramos en la parte tecnológica de la economía, las profecías a 30 años son innecesarias por falsas. Nadie puede aventurarse a tanto con un mínimo de criterio científico, con otros criterios puede que sí. Quién hubiese previsto en el año 1990 que tendríamos los gadgets que ahora nos son tan comunes, solo por poner un ejemplo.

Esos pronósticos que parecen hechos por niños de primaria a los que les piden que hagan un trabajo para la asignatura de filosofía, y que pronostican que los videojuegos serán tan reales que, si te pegan un tiro en plena batalla, te dolerá, sentirás el frío y la humedad. Podrás percibir los olores y los sabores. Verás las imágenes en todo tu campo visual y moverás la pantalla o podrás disparar con solo sentirlo o pensarlo. Hemos triunfado.

Está claro que está demodé pensar o hablar de nada que tenga que ver con la economía real, excepto claro, si ponemos la palabra “verde”. Para que vamos a perder el tiempo con las IoT (internet de las cosas), 5G (la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil), digitalización de documentos en papel o mucho menos en blockchain, ese diabólico invento, que todavía está empezando, pero que molesta mucho, por eso de garantizar la trazabilidad y de paso destapar las vergüenzas. Ni una sola mención, eso no está de moda. Yo soy uno de esos que están demodés.

Juanma Martínez

jmmartinez@eurogestion.eu