Quiere el destino y la lógica que empresarios y trabajadores vayan a abrir la primera puerta de una pendiente liberalización de la estiba en España con la privatización de los pools de estibadores, dejando colorado al Gobierno de Zapatero que no ha sabido dar pasos durante los últimos cuatro años para transformar la estiba en un sector convencional de la economía española.
La actitud de Fomento pasará a la historia por el fracaso político de su contrarreforma portuaria y por utilizar todos los mecanismos posibles para retrasar la aplicación de la Ley de Puertos del anterior Gobierno, que marcó en 2003 un cambio de modelo para el negocio de la estiba lejos de la tutela política y el control público.
Durante el presente mes una docena de puertos inician un camino sin retorno, un camino hacia la privatización de la estiba con las APIEs, de capital cien por ciento privado, un camino que a juicio de Fomento es equivocado, al mantener su consigna de puertos con servicios públicos, aunque el pool privado sea cosa habitual en Europa.
La penúltima bala de Fomento fue intentar poner a la CEOE en contra de Anesco, diciendo que “Anesco auspicia huelgas”. Pero, ¿cuándo terminará esta absurda guerra? Como no puede ser de otra forma, CEOE defiende a Anesco, su papel legítimo en el IV Acuerdo Marco, pero también la liberalización de la estiba.
Porque el problema no se resuelve tan sólo con privatizar las sociedades, que es necesario, y que Fomento pierda su control, el problema se arregla con una desregulación y un marco que tache la exclusividad, favorezca la competencia y la libre contratación. Queda camino, diálogo y paciencia para conseguirlo.
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