Los expertos coinciden en que no habrá un único ganador en la carrera de cuál será el combustible ‘verde’ del futuro y que las alianzas entre todos los actores son imprescindibles para la transición energética.
El portacontenedor es un vehículo “ideal” para realizar la transición energética hacia los combustibles ‘verdes’ que contribuyan a la descarbonización del transporte. Es más, la descarbonización del vehículo pesado, posiblemente, será más rápida que la del tren. Así lo señaló Jordi Vila, responsable de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria de Barcelona, en el marco de una jornada sobre camiones eléctricos celebrada el viernes en el puerto.
Que el camión tome ventaja en la descarbonización puede llegar a ser una ventaja para la carretera. Entran y salen entre 2.500 y 3.000 camiones diariamente del puerto catalán. Alrededor del 50 por ciento de los mismos son portacontenedores. La dársena recibe unos 3.000 vehículos portacontenedores anualmente, de los que el 61 por ciento son usuarios habituales. Y la mayoría de estos vehículos realizan trayectos de corto radio, hasta una distancia de 80 kilómetros.
Estos factores hacen que los portacontenedores sean “ideales para proceder a la descarbonización”. Una descarbonización que la Autoridad Portuaria quiere “acelerar” ayudando a “hacer el cambio de combustible”.
El elevado precio de los vehículos ‘verdes’ es la primera y gran barrera para hacer esta transición energética. Otros hándicaps son la (no) disponibilidad del combustible ‘verde’ y el incremento del peso y del espacio que ocupa el mismo en el vehículo, “que compite con la capacidad de carga”, añadió el experto. La descarbonización del transporte pesado, a su juicio, pasará por la transformación de los vehículos para reducir su huella ambiental en una primera fase, los biocombustibles serán los protagonistas de una segunda fase y, “a medio o largo plazo, vendrán los vehículos eléctricos, de batería o pila de hidrógeno”.
El estudio de los trayectos que realizan habitualmente los camiones que operan en la dársena para, en función de ello, poder saber “cuál sería la disposición de una red de puntos de carga” de energías alternativas es una de las iniciativas que baraja la Autoridad Portuaria para favorecer la descarbonización del transporte terrestre. En el mismo sentido, promoverá puntos de carga eléctricos y de hidrógeno en los corredores que conectan la dársena catalana con sus terminales marítimas interiores. Además, estudia “descuentos en los pases” o “prioridad” para obtener una plaza en los buscados aparcamientos del interior del recinto portuario para los vehículos ‘verdes’. Igualmente, “daremos soporte al proceso de homologación de los camiones transformados y estaremos atentos a la captación de ayudas y subvenciones”, añadió el experto. El Puerto proyecta también puntos de carga eléctricos e hidrogeneras en el interior del recinto.
El transporte por carretera “es un ámbito del que hablamos demasiado poco, pero eso no significa que no sea el transporte más estratégico y común del entorno portuario”, reconoció Lluís Salvadó, presidente de la Autoridad Portuaria, en la inauguración. Con una cuota terrestre cercana al 90 por ciento del camión, “es fundamental que la descarbonización llegue también a la parte terrestre” y no solo a la marítima, añadió.
Los participantes en la jornada coincidieron en que no habrá un solo combustible, el generado con electricidad o el hidrógeno, el que se llevará el gato al agua, “está claro que será una combinación”, señaló Jordi Izquierdo, de la empresa de ingeniería Applus+ Idiada. “No hay una única tecnología para conseguir los objetivos de descarbonización”, coincidió Manuel Arias, de Scania. Y es por ello que este fabricante trabaja con varias tecnologías “y se elige en función de lo que pide el cliente”.
También hubo coincidencia en que la colaboración de todos los actores es imprescindible para la transición energética del vehículo pesado. Y es por ello que Exolum (antigua CLH) ha roto el círculo vicioso y ha puesto primero la infraestructura, una pequeña planta de producción y expedición de hidrógeno ‘verde’ en Madrid, sin esperar a que llegue la demanda, señaló su representante, Patricia Prieto.
“Las relaciones entre fabricantes y transportistas cambiarán”, apuntó Gonzalo Sanchís, en representación de Daimler Trucks. “Seremos más socios” porque “cada inversión que un transportista haga en un vehículo de hidrógeno o eléctrico vendrá de un estudio ad hoc para optimizar la ruta” por la elevada inversión que supondrá.