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El flete aéreo dejará de caer, en breve

Según IATA, las compañías aéreas perderán más de 74.000 millones de euros en 2020, por lo que la ocupación de las bodegas vuelve a ser un negocio, a pesar de la falta de demanda.

Aunque las tarifas de flete aéreo siguen cayendo, a medida que se prevé la reincorporación de rutas de transporte de pasajeros y disminuye la necesidad de transporte urgente, la carga aérea se ha convertido en un objetivo de desarrollo y cuidado para muchas compañías aéreas. No en vano, se estima que en 2020 las compañías alcanzarán facturaciones históricas en esta línea de negocio. 

La carga aérea está entre las esperanzas de las aerolíneas.
La carga aérea está entre las esperanzas de las aerolíneas.

Mientras que la demanda de carga aérea ha caído bruscamente por los efectos de la pandemia y el cierre industrial a escala global, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, pronostica que esto llevará a un encarecimiento de las tarifas de flete. La IATA ha señalado que los volúmenes de carga disminuirán durante 2020 un 16,8 por ciento, no superando los 51 millones de toneladas, pero se espera que la falta de flota de aviones disponible para ofrecer capacidad de carga en sus bodegas, aumente el precio del flete aéreo hasta en un 30 por ciento hasta el final de año. 

Como había adelantado recientemente TRANSPORTE XXI, se mantenía en la incertidumbre la evolución del precio de carga aérea tanto por la evolución de la oferta, como por el grado de retraimiento de la demanda. Para la IATA, sin embargo, no hay discusión y augura que los ingresos de carga alcanzarán un récord cercano a los 111.000 millones de dólares (97.700 millones de euros), un 8,3 por ciento más que el año anterior. 

Las compañías aéreas, no obstante, presentan un panorama bastante oscuro y esta asociación ya ha cifrado unas pérdidas mundiales de 84.300 millones de dólares (74.184 millones de euros) para el conjunto, con una caída de ingresos de más del 50 por ciento al final del ejercicio, lo que podría provocar un margen de beneficio negativo a escala mundial del 20,1 por ciento. Para todo el sector se calcula una facturación de 419.000 millones de dólares (369.000 millones de euros), cuando en 2019 se alcanzó unas ventas de 838.000 millones de euros (738.000 millones de euros). 

Según la IATA, estas pérdidas superan con creces la producidas durante la crisis financiera de 2008-2009, que produjeron un agujero de 30.000 millones de dólares (26.433 millones de euros) en el sector y que hubo de remontar, eso sí, con ganancias durante los siguientes diez ejercicios. Si se cumplen los pronósticos de IATA, la vuelta a los beneficios no se producirá hasta 2022.