Continental lanza la quinta generación de su línea Eco Tire: el Conti Eco HS/HD 5; un neumático que es la vulcanización de la estrategia circular de la empresa, con el servicio a las flotas, la sostenibilidad y la digitalización en el centro de la mesa.
En la nueva sede de Continental en Hannover trabajan más de 2.500 personas. En este edificio de alta tecnología y ambiente multicultural, la marca alemana ha presentado la quinta generación de la línea Eco: los Conti Eco HS y HD 5. Diseñado para flotas de transporte por carretera, tanto de larga distancia como nacional, el nuevo neumático permite sumar puntos en la cartilla de la descarbonización, así como reducir costes de operación. Continental le pone números a esta afirmación: las empresas que reemplazan los ya descatalogados EcoRegional HS3+ y HD 3+ por los nuevos Conti Eco en una flota tipo de 100 vehículos obtienen un ahorro de 69.000 euros al año y emiten 120 toneladas de CO2 menos.
La clave del desarrollo de neumáticos está en resolver la ecuación resistencia a la rodadura Vs. autonomía. A mayor resistencia, mayor esfuerzo realiza el motor y aumenta el consumo de combustible. En el lado positivo, la rueda es más robusta y realiza más kilómetros a lo largo de su vida útil. El nuevo desarrollo se ha concentrado en partir de medidas neutrales de kilometraje para mejorar la resistencia a la rodadura en todos los elementos del neumático: la banda de rodadura, la carcasa y la cámara.
Los neumáticos del eje de dirección, una banda de rodadura inferior más gruesa reduce la resistencia, y el nuevo diseño del hombro con microsurcos proporciona un desgaste uniforme que alarga la durabilidad. En las carcasas, el mix de compuestos de la goma y la nueva geometría del talón de nuevo persiguen la optimización de la resistencia. De esta forma, el nuevo Conti Eco Gen 5 mejora la resistencia en un 12% e incrementa la vida útil en kilómetros en un 10%.
Sostenibilidad
“La sostenibilidad es la mayor y más influyente tendencia que afecta hoy a todos los sectores de la economía”, señala Jorge Almeida, responsable de sostenibilidad de Continental. “El transporte por carretera emite el 11,9% de las emisiones de CO2 en todo el mundo”, continúa Almeida, “y en Europa, debido a la alta implantación de energías renovables, la parte del transporte por carretera es del 16%, y la resistencia del neumático tiene mucho que ver en ello.
Pero la sostenibilidad va mucho más allá de las emisiones de CO2. La sostenibilidad es proporcionar unos cimientos sociales de vivienda, alimentación, educación, energía, salud, etc, pero en un equilibrio de compromiso con el techo ecológico”. Con este planteamiento, Continental basa su estrategia sustentable a 2050 en cuatro pilares: alcanzar un 100% de materias primas sostenibles; un 100% de operaciones verdes y seguras; un 100% de movilidad limpia y segura; y un 100% de circularidad, con un 60% de circularidad en el neumático. “El objetivo final es alcanzar un 100% de neutralidad de carbono en toda nuestra cadena de valor”, concluye Jorge Almeida.
Circularidad del caucho
Si hay un elemento de estrategia de posicionamiento en la que destaca Continental es en su apuesta por la circularidad del neumático. La carcasa del nuevo Conti Eco HS/HD “ha sido diseñada pensando en el recauchutado”, afirma Hinnerk Kaiser, director de desarrollo de producto para camiones y autobuses. El neumático recauchutado de Continental consiste en un 70% de material recuperado. Actualmente, Continental factura 14.000 millones de euros al año, y el 75% de estos ingresos procede neumáticos reemplazados. En el mercado europeo de neumáticos para camiones, Continental vende 18,1 millones de unidades al año, de las cuales el 20% corresponden a recauchutados. Conscientes de que el futuro de la empresa y del sector es la circularidad, Continental ha desarrollado un pool de reemplazo de llantas llamado ContiLifeCycle, con la planta de recauchutado en caliente y en frío de Stöcken como principal centro de producción, pero completada por una amplia red de empresas certificadas en todo el mundo. Stöcken es un centro de recuperación de caucho y recauchutado con capacidad para producir 180.000 unidades al año. Tras la inspección física y un escaneo de la llanta para detectar bolsas de aire o desperfectos imperceptibles desde el exterior, la llanta es admitida en el proceso de recauchutado, que finaliza con una inspección de calidad y certificación. La empresa de transporte recibe una llanta con las mismas condiciones de calidad, seguridad y autonomía que una nueva, a un precio que puede ser hasta un 35% inferior y con el mismo año de garantía que las unidades nuevas. Tansu Isik, director de Soluciones para Flotas EMEA, resume el proceso de servicio del pool ContiLifeCycle. “Nuestra aproximación al cliente es la de un proveedor de soluciones integrales, con el objetivo final de ofrecer el menor coste total de conducción (Lowest Overall Driving Cost, LODC), para lo cual iniciamos con un configuración del tipo de flota, número de vehículos, kilómetros/año, etc. A continuación proponemos el juego de neumáticos nuevos más adecuado para la flota, y diseñamos el ciclo de vida del producto”.
El software de Continental arroja finalmente una simulación de ahorro en términos de combustible, emisión de CO2 y costes totales. “Teniendo en cuenta que el neumático influye directamente en el 50% de los costes totales de operación de un vehículo, y en concreto en el 90% de las emisiones de CO2, nuestra propuesta ContiLifeCycle proporciona a las flotas hasta un 99% más de autonomía en kilómetros”. De esta forma, Continental ha convertido un gasto de consumibles en un activo para las empresas de transporte.
20.000 ingenieros informáticos
Clarisa Doval, directora de Soluciones Digitales, nos revela un dato que atestigua la importancia de la digitalización para Continental: “De los 190.000 empleados que tenemos en todo el mundo, 20.000 son ingenieros informáticios. Gracias a la suite ContiConnect, estamos leyendo 114 millones de datos de neumáticos cada año. Más de 600 flotas ya han instalado nuestra solución, lo que les permite ahorrar una media de 600 euros al año por vehículo”. Como ejemplo, Clarisa expone el caso de éxito de la empresa israelí de transporte por carretera Gor-Oz: reducción de 3 litros/km de consumo de combustible; 24.500 euros menos de costes de reparación en seis meses; y 56 pinchazos prevenidos en seis meses.
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