Opinión  | 

Hacia un corredor ferroviario central

Salvador Galve. Presidente de la Alianza Europea para el desarrollo de corredores ferroviarios y redes transeuropeas

Los expertos prevén que en el periodo 2030-2050 los corredores mediterráneo y atlántico son insuficientes, siendo ya un cuello de botella para el paso de mercancías

Por razones europeas, estratégicas, de seguridad nacional, competitivas y de sostenibilidad, es necesario impulsar los corredores ferroviarios europeos y en particular el corredor central por los Pirineos. Con este cometido, se constituyó formalmente hace unas semanas Corredores.eu, la Alianza Europea para el desarrollo de corredores ferroviarios y redes transeuropeas de transporte TEN-T para la vertebración de la Península Ibérica y su conexión con el resto de Europa. Un proyecto de la sociedad civil.

La infraestructura de corredores ferroviarios para transportar mercancías es insuficiente, máxime a la vista de la aprobación de paquetes ministeriales y europeos para impulsar el transporte de mercancías por ferrocarril en países como España, donde tan solo el 4 por ciento de mercancías se transporta por ferrocarril, la misma que hace 15 años, muy por debajo de la media europea, alrededor del 18 por ciento.

En este contexto de transición energética e interconexión europea, los expertos prevén que en el periodo 2030-2050 los corredores mediterráneo y atlántico son insuficientes, siendo ya un cuello de botella para el paso de mercancías. Habiéndose convertido Zaragoza en uno de los principales hubs logísticos de la Península, no tener un corredor a través de los Pirineos es significativo de cierto letargo en la planificación a medio plazo y supone un atraso significativo con respecto a la conexión con Europa: mientras los Alpes tienen seis corredores ferroviarios y van camino del séptimo, los Pirineos tan solo tienen dos.

Por razones europeas, estratégicas, de seguridad nacional, competitivas y de sostenibilidad es imprescindible recuperar el proyecto del corredor central multimodal por los Pirineos con la reapertura del trazado de Zaragoza a Pau a través de Canfranc, y con la mejora del eje ferroviario actual de la Península Ibérica desde Algeciras, que permitirá conectarse con Portugal y los puertos del Estado con Francia, el Mar del Norte y el resto de Europa.

Este corredor permitirá el desarrollo de los puertos secos de interior y áreas de actividad industrial para un mayor equilibrio territorial de España. El corredor es también estratégico para aumentar el volumen de flujo de mercancías en los puertos desde los buques mercantes al interior. Podría contribuir a sustituir el tráfico de 2,5 millones de camiones y reducir a la mitad el tiempo de transporte desde Zaragoza a Francia. Además de ahorrar más 450.000 toneladas de CO2.

Es el momento de desarrollar una Alianza de la sociedad civil, como la que acabamos de constituir, para unir voluntades consensuadas y grupos de trabajo que ayuden a conformar voluntades políticas. Y, alineados con el Libro Blanco, tenemos que transmitir a la Comisión Europea la necesidad de priorizar este gran corredor central europeo que incremente el transporte de mercancías por ferrocarril y vertebre la Península de una forma competitiva y sostenible.

Por ello, el impulso a la red de corredores ferroviarios de mercancías es mucho más que un proyecto trans-autonómico, es un proyecto transeuropeo. Con esta certeza y con la mirada puesta en un futuro seguro, desde la Alianza Europea, donde coincidimos colegios profesionales, universidades, cámaras de comercio y el sector empresarial del transporte y la logística, apostamos por ellos.