TRANSPORTE 4.0  | 

I+D+i

España es el país de la Unión Europea que menos recursos públicos dedica a I+D+i y, a la larga, se nota

Nuestro país sufre de males endémicos. Las debilidades son muchas y, cuando llegan las crisis, siempre somos los que salimos peor parados de nuestro entorno. El sector del transporte no escapa a esta realidad. También tiene debilidades estructurales, si bien es cierto que cuenta con fortalezas que lo mantienen en posiciones de liderazgo. Entre las debilidades, destacan dos: el tamaño medio de las empresas (demasiado pequeñas para competir en mercados globalizados) y la baja tecnificación.
En este sentido, resultan de gran ayuda las asociaciones, plataformas y clústeres, que promueven la innovación colaborativa para canalizar proyectos de I+D+i y acceder a fondos para desarrollarlos. Es el caso de Logistop o CITET, entre otras.

A pesar de los discursos grandilocuentes con los que nos riegan con frecuencia los oradores profesionales, la realidad es cruda y dura. España es el país de la Unión Europea que menos recursos públicos dedica a I+D+i y, a la larga, se nota. Hablando de tecnología aplicada, envejecemos sin haber sido nunca jóvenes.

Las pymes españolas tienen muy difícil conseguir financiación para innovar. Para acceder a proyectos subvencionados (principalmente europeos) se requiere una estructura y conocimientos de los que no disponen. Aquí es donde pueden ser muy útiles los clústeres, plataformas tecnológicas y asociaciones.

Por otra parte, las ayudas nacionales son básicamente préstamos con un porcentaje pequeño “no reembolsable”, canalizadas por el CDTI. Ahí las pymes no lo tienen tan difícil, pero la trampa está servida. La exigencia de avales (hasta el 100 por ciento) hace inviable que estas pymes puedan conseguirlas, ya que ningún banco da avales financieros a tan largo plazo (10 años), y las Sociedades de Garantía Recíproca, que también exigen avales personales, ni están ni se las espera. De esta forma, las pequeñas empresas (el autónomo con uno o dos camiones, el logístico que tiene una nave o el pequeño operador de transporte) no pueden innovar, porque no tienen capacidad económica ni recursos para ello.

Las pymes de transporte y logística necesitan líneas de financiación especiales, sencillas y fáciles de tramitar, sin penalizarlas con avales disparatados.

Juanma Martínez

jmmartinez@eurogestion.eu