Opinión  | 

IoT y la revolución sostenible de la logística

Beatriz Guerra. Transport & Retail Innovation Manager de Vodafone Business

La expansión del comercio electrónico o del teletrabajo solo es la punta del iceberg de un conjunto de cambios estructurales

Si algo hemos aprendido durante estos dos últimos años es que la sostenibilidad y la eficiencia van de la mano. El cambio climático y sus nocivos efectos están llevando al planeta a una situación límite en la que la sostenibilidad ha pasado de ser una opción a un imperativo para países, individuos y empresas, y ante esta situación la logística tiene mucho que decir.

La expansión del comercio electrónico o del teletrabajo solo es la punta del iceberg de un conjunto de cambios estructurales que no han hecho más que empezar. A pesar del estancamiento que ha supuesto la pandemia, la transformación digital acelerada por las necesidades que esta ha planteado ha contribuido a un impulso de la actividad económica, especialmente en las industrias más disruptivas, por lo que parece evidente que un mundo más digital debe dar pie a un mundo más concienciado con el cambio climático y con los ODS.

En este contexto de transición ecológica impulsada desde las instituciones españolas y europeas, tecnologías como IoT pueden ser herramientas clave para modernizar productos, servicios o incluso espacios físicos en hogares, oficinas, industrias y ciudades. De hecho, el objetivo de cara a 2030 es que las Tecnologías de la Información ayuden a reducir un 20% las emisiones de CO2. Es más, en 2025 habrá más de 55.000 millones de dispositivos conectados en todo el planeta y de ellos, el 75% estará vinculado a alguna plataforma logística de IoT. Y es que, según un estudio de P&S Intelligence, el valor global del mercado de IoT para este sector superará los 34.000 millones de dólares y crecerá un 13,2% anual en el periodo 2020-2030.

No deben sorprender estos datos teniendo en cuenta que las aplicaciones de IoT para esta industria son muy numerosas. Por ejemplo, los vehículos o camiones conectados mediante IoT tienen la capacidad de recopilar datos de conducción, mapeo y vídeo en tiempo real para anticiparse a curvas y esquinas ciegas, identificar peatones o ciclistas y detectar cualquier otro peligro en carretera. Asimismo, esta tecnología permite reducir significativamente los accidentes, realizando un seguimiento de la conducción, el rendimiento de combustible, los frenos o notificando el número de paradas convenientes. La geolocalización de la paquetería para la gestión de la distribución de mercancías o la utilización de sensores para controlar la cadena de frío son solo algunos ejemplos de sus grandes beneficios.

Por ello, de acuerdo con el informe “Última llamada IoT” de Vodafone Business y APD, la industria logística se encuentra ante seis retos de cara a una implementación exitosa de IoT y la digitalización de la cadena de suministro. En primer lugar, debe convertir sus procesos en un ecosistema integrado de la mano de la tecnología para conseguir una cadena “end to end” sin fisuras.

También es importante la mejora de la experiencia de usuario con factores como el seguimiento en tiempo real, la eficiencia en las operaciones o la optimización del transporte para incrementar los niveles de satisfacción de un cliente cada vez más exigente.

En tercer lugar, tiene que mejorar la gestión de la última milla, uno de los grandes desafíos en los que los avances tecnológicos pueden ser más disruptivos. Además, su compromiso con la sostenibilidad debe encaminarse a lograr un menor consumo energético de la mano de energías renovables y con herramientas de medición de eficiencia energética. Asimismo, avanzar en la digitalización del empleado para adecuar su perfil al mercado requiere integrar en sus funciones el uso diario de tecnologías punteras que permitan mayor flexibilidad y agilidad.

Por último, el sector debe alcanzar la competitividad deseada en el entorno industrial estableciendo normas centradas en la ciberseguridad, la conectividad y las nuevas tecnologías dentro de los procesos como el uso de robots, drones, mantenimiento remoto y predictivo o el uso de gemelos digitales.

En definitiva, IoT permite no solo tener un control total de los productos a lo largo de toda la cadena de suministro, sino también automatizar procesos complejos que siguen dependiendo principalmente del factor humano. El aumento del número de dispositivos conectados facilita la gestión de los almacenes ayudando a evitar daños en los productos y optimizando el transporte y procesos clave como el de la última milla. La implementación de esta tecnología aporta también ventajas competitivas a las compañías como la reducción de costes y de la huella ambiental, la seguridad y el control del estado de la mercancía, y garantizar unas órdenes de trabajo de mantenimiento sencillas, rápidas y operativas. Y su expansión será clave para cumplir los objetivos de sostenibilidad y transición ecológica marcados por las instituciones.

Nos encontramos a las puertas de la última revolución sostenible de la logística y ante uno de los sectores que más se están transformando tecnológicamente. Con todos estos retos por delante, ¿conseguirá el sector liderar este camino hacia la transición ecológica?