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La desescalada reaviva el problema de los polizones en el puerto de Bilbao

ACBE, la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del enclave vasco, advierte de que “hay más incidentes y de mayor gravedad”.

El problema de los polizones vuelve a aflorar en los muelles del puerto de Bilbao con el final de la desescalada, lo que ha hecho disparar, nuevamente, todas las alarmas. “La situación presenta un claro deterioro, tanto desde la vertiente cuantitativa como desde la cualitativa”, confesaron a TRANSPORTE XXI responsables de la Asociación de Consignatarios de Buques y Estibadores del Puerto de Bilbao (ACBE), tras subrayar que “hay más incidentes y de mayor gravedad”.

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Vista aérea de la terminal de contenedores del puerto de Bilbao.

No se trata de un tema menor. “Ralentizan las operaciones, incrementan los costes operativos de las terminales y, por lo tanto, afectan muy negativamente a la rentabilidad, la competitividad y la imagen de nuestro puerto”, advirtieron desde ACBE.

La patronal que preside Carlos Lobato pone el foco en la “gravedad creciente de la situación”, sobre todo “al comprobar que algunos intrusos portan armas o suplantan al personal portuario utilizando su indumentaria”, destacaron los mismos interlocutores.

Además, la organización señala que “tampoco respetan ninguna norma sanitaria relativa a la pandemia”, lo que puede acabar derivando en un foco importante de contagio y expansión del coronavirus.

La asociación, en este sentido, insiste en que “los polizones, que no son refugiados políticos, ni huyen de la miseria, ponen en peligro la salud y seguridad de los trabajadores y las tripulaciones”.

La preocupación entre los operadores de la dársena, que creen que “la situación seguirá igual o peor en los próximos meses” ante un ‘Brexit’ real previsto para el 1 de enero de 2021, es máxima. Las empresas afectadas, incapaces de contener el nivel de intrusión de los polizones pese a las inversiones realizadas para aumentar la seguridad, “apelan a mantener e intensificar la estrategia de colaboración con la Autoridad Portuaria, las fuerzas de seguridad y demás instituciones” para dar una “respuesta eficaz” a esta situación, con el riesgo añadido de pérdida de tráficos y el desvío de barcos a otros puertos como telón de fondo. “Es un problema de orden público, de una frontera, en una instalación crítica, que requiere la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado”, recordaron operadores consultados por este periódico.

En la misma línea se han pronunciado desde la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (Anesco), que ya solicitó el pasado año una reunión con Interior para abordar el repunte de polizones en los puertos españoles.

Como ya publicó en su día este medio, el problema es que pese a la identificación y puesta a disposición de las personas que acceden al puerto en situación irregular, este tipo de actuaciones están tipificadas como falta, por lo que quedan en libertad. De hecho, algunos polizones han accedido al recinto portuario varias veces en un mismo día, según denunciaron las mismas fuentes.