El sistema portuario ha ganado eficiencia y crece más rápidamente que la media de sectores en los últimos 15 años, de acuerdo con un estudio realizado por Puertos del Estado.
La actividad en los puertos españoles de interés general tiene un impacto económico, incluyendo los efectos directos, indirectos e inducidos, de 24.304 millones de euros, lo que supone alrededor del 2,2 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto), con datos del año 2023.
Esta es una de las principales conclusiones del ‘Estudio del impacto económico de los puertos de interés general sobre el conjunto de la economía española”, que ha presentado Puertos del Estado.
El sistema portuario generó 250.000 puestos de trabajo en 2023, lo que representa aproximadamente el 1,4 por ciento del empleo global.
De acuerdo con este análisis, exclusivamente el efecto directo de la actividad portuaria está cuantificado en 10.742 millones de euros y más de 84.000 empleos. Ello supone que la economía recibe 2,3 euros adicionales por cada euro de valor añadido del sector portuario. Y por cada empleo del sector portuario se generan tres empleos adicionales.
Otro dato que aporta el análisis es que la facturación anual del sector asciende a unos 16.000 millones de euros, lo que representa el 0,7 por ciento de toda la producción española. En comparación con el informe anterior, del año 2008, hay “un considerable aumento de la productividad y un crecimiento de la aportación a la economía superior al avance de la propia economía”, señala un comunicado de Puertos del Estado. Es decir, “los puertos han ganado eficiencia y crecen con más rapidez que la media del resto de sectores económicos”. El valor añadido del sector portuario creció el 15 por ciento, mientras que la media global se quedó en el 10 por ciento más entre 2008 y 2023.
Dentro de los 64 sectores disgregados de la economía española, el portuario ocupa el puesto 40 por el tamaño de su producción, el 26 por su valor añadido bruto, la posición 37 por el empleo y por productividad “está en el Top 10”.
El estudio simula un escenario de hipotética desaparición de los puertos y estima los costes de sustitución y reajuste para el resto de sectores económicos. El impacto económico de la dependencia estructural del sector portuario resulta ser del 50 por ciento del PIB nacional y del empleo total y del 60 por ciento de la producción española. En otras palabras, la mitad de la economía española se vería afectada en un contexto en el que las empresas se vieran obligadas a reajustar su producción por la desaparición de todos los puertos.