Tecnologías disruptivas en el transporte marítimo
El transporte marítimo, como columna vertebral del comercio global, también está viviendo una transformación profunda gracias a la irrupción de tecnologías disruptivas para mejorar los aspectos de navegación, eficiencia, seguridad y sostenibilidad.
La digitalización de los procesos mediante el uso de inteligencia artificial (IA), internet de las cosas (IoT), blockchain y analítica avanzada de datos, están rediseñando la logística marítima y la gestión portuaria.
Una de las tecnologías más relevantes, como sucede en todos los campos del sector del transporte, es la IA, aplicada en muchos aspectos como optimizar rutas, predecir condiciones meteorológicas o anticipar fallos mecánicos con el mantenimiento predictivo.
Ya hay navieras que utilizan algoritmos de IA para reducir tiempos de espera en puerto, lo que se traduce entre otras cuestiones, en la disminución de emisiones contaminantes.
La utilización de IoT permite conectar sensores instalados en buques y contenedores para monitorizar en tiempo real el estado de la carga, la temperatura, la posición y el rendimiento de los distintos sistemas embarcados. Esta conectividad mejora la trazabilidad y reduce pérdidas en el transporte de mercancías sensibles.
Por otro lado, la aplicación de blockchain está revolucionando la documentación comercial, haciendo más segura y transparente la cadena logística. Plataformas como TradeLens, desarrollada por IBM y Maersk, permitían compartir datos entre navieras, puertos, aduanas y operadores logísticos. Este sistema ha sido descontinuada por sus promotores, aunque han surgido alternativas muy eficientes. En España es de resaltar la denominada SIMPLE promovida por el Transportes, Puertos del Estado y Adif.
Estas tecnologías están configurando un nuevo paradigma en el transporte marítimo: más automatizado, conectado y eficiente, alineado con los objetivos de descarbonización y eficiencia de la economía global. Añadido a lo anterior, el impulso de combustibles alternativos busca reducir la huella de carbono del sector. Proyectos como los buques autónomos y eléctricos son un ejemplo de esta transición.
Juanma Martínez
jmmartinezmourin@gmail.com