La nueva planta, con una inversión de 20 millones, más del doble de la prevista inicialmente, se desarrollará en el muelle AZ-1, donde cuenta con una parcela de 10.955 metros cuadrados.
Petronor, filial del grupo Repsol, duplica la inversión prevista en la construcción de la primera planta en Europa continental que fabricará áridos sintéticos que capturan CO2 en su proceso de producción. El proyecto, que tendrá como accionistas a la petroquímica, con un 75 por ciento, y a O.C.O. Technology, su socio tecnológico, con un 25 por ciento, absorberá una inversión de 20 millones de euros, frente al compromiso inicial de 8,9 millones, como adelantó Transporte XXI en diciembre de 2022.
La planta tendrá una capacidad máxima de producción de 129.000 toneladas anuales de áridos, más del doble del proyecto inicial presentado a la Autoridad Portuaria de Bilbao hace dos años. Así se recoge en la solicitud remitida al Gobierno Vasco para el otorgamiento de la autorización ambiental integrada y la preceptiva declaración de impacto ambiental.
Los trabajos, que arrancarán en el segundo semestre de este año, se desarrollarán en el muelle AZ-1 del puerto de Bilbao, junto a sus actuales instalaciones de almacenamiento de graneles sólidos (coque de petróleo y azufre), donde dispone de una parcela de 10.955 metros cuadrados, con un plazo de concesión de 50 años.
La planta, que tendrá 2.635 metros cuadrados de superficie cubierta, contará con una nave de proceso, de 977 metros cuadrados, que albergará los equipos e instalaciones para la fabricación de los áridos, incluyendo la sala de control, sala eléctrica y sala de racks. Además, la fábrica dispondrá de naves tipo trojes para el almacenamiento tanto de producto semiterminado como terminado. En este último caso, se habilitarán un total de 5 trojes cubiertos con una capacidad de 500 toneladas cada uno, alcanzando una superficie aproximada de 939 metros cuadrados. La planta, cuya puesta en marcha está prevista a principios de 2026, también contará con un edificio general de oficinas.
Los residuos serán transportados por carretera usando camiones cerrados tipo cisterna, con una capacidad media de unas 21 toneladas. La descarga de los residuos admisibles se realizarán mediante un sistema descargador o de recepción a los silos.
La capacidad máxima anual de tratamiento es de 50.000 toneladas de cenizas de instalaciones térmicas y de valorización de residuos urbanos, siendo la capacidad de captación de CO2 de 2.200 toneladas al año. Las operaciones de transporte y alimentación de los residuos hasta la unidad de tratamiento se realizarán mediante sistemas de transporte neumático cerrados.