Editorial  | 

Rumbo a la movilidad sostenible

El compromiso del sector es total, pero necesita el apoyo de las administraciones, cuyo papel debería ser garantizar una transición energética eficiente, justa e inclusiva, con el foco en la neutralidad tecnológica

El objetivo de las cero emisiones en 2050 está escrito en piedra. El compromiso del sector es total, pero necesita el apoyo de las administraciones, cuyo papel debería ser garantizar una transición energética eficiente, justa e inclusiva, con el foco en la neutralidad tecnológica.

No puede ser de otro modo. Es de sentido común. Al parecer, una ‘rara avis’ en las instituciones, que insisten en una política dirigida exclusivamente hacia la electromovilidad como única vía, lo que retrasará la reducción de emisiones, y, por tanto, la neutralidad climática. Es decir, está provocando justo el efecto contrario.

Las administraciones y las empresas tienen que ir de la mano en esta exigente travesía, como apunta la patronal CEOE, que acaba de presentar su ‘hoja de ruta’ para impulsar un nuevo modelo de movilidad sostenible y multimodal. El documento, como no podía ser de otro modo, pone el acento en la neutralidad tecnológica, con el establecimiento de un terreno de juego equilibrado a través de una fiscalidad homogénea que lo garantice y la no discriminación subjetiva de ninguna tecnología, caso de los combustibles renovables, que pueda jugar un papel significativo en el camino hacia las cero emisiones. Una vez más toca apelar al sentido común. Hasta que se consiga el objetivo de una movilidad cero emisiones, es necesario utilizar todas las soluciones disponibles que eviten una dependencia energética externa y que aseguren la descarbonización de todos los sectores.

En esta línea, las administraciones deberían apostar por el despliegue y modernización de las infraestructuras que permitan reducir el impacto energético. El retraso es enorme. Urge acelerar el despliegue de los puntos de recarga y de repostaje de combustibles alternativos, reduciendo, por ejemplo, los plazos para su instalación, una de las principales barreras. Y urge una regulación clara que permita seguir dando pasos en el camino a las cero emisiones teniendo muy en cuenta la industria y el empleo. Es decir, una apuesta por la sostenibilidad que sea sostenible.

En la presentación de CEOE estaba la secretaria general de Transporte Terrestre, Marta Serrano. Estaría bien que haya tomado buena nota. Hay trenes que no se pueden perder y este es uno de ellos.