La CE considera necesario movilizar una inversión de al menos 2.900 millones en los dos próximos años para acelerar su implantación en la aviación y el transporte por vías navegables.
La Comisión Europea ha decidido acelerar la inversión en combustibles renovables e hipocarbónicos para los sectores de la aviación y el transporte por vías navegables. En esta línea, Bruselas pone en marcha la iniciativa conocida como Plan de Inversiones en Transporte Sostenible (STIP), que establece una hoja de ruta para acelerar la transición energética de esos dos sectores, a los que considera con menos alternativas actuales a la descarbonización.
STIP pretende que se puedan alcanzar los objetivos de las iniciativas ‘ReFuelEU Aviation’ y ‘FuelEU Maritime’, que necesitarán alrededor de 20 millones de toneladas de combustibles sostenibles (biocombustibles y electrocombustibles) de aquí a 2035. En este período de diez años, la CE estima necesaria una inversión de 100.000 millones de euros.

En principio, la Comisión Europea pretende movilizar al menos 2.900 millones en los dos próximos años a través de los instrumentos de la UE. De ese total, al menos 2.000 millones se destinarían para apoyar combustibles alternativos en el marco del programa InvestEU, 300 millones a través del Banco Europeo del Hidrógeno, 446 millones para combustible de aviación sintético y combustible para uso marítimo en el marco del Fondo de Innovación, así como 133,5 millones en investigación e innovación en los combustibles en el marco de Horizonte Europa.
Además de estas medidas, Bruselas y los Estados miembro ultiman un proyecto piloto antes de finales de 2025, con el objetivo de movilizar al menos 500 millones de euros más para proyectos de combustible de aviación sintético. La Comisión Europea trabajará para fomentar condiciones propicias para las inversiones en el mercado para paliar el déficit de inversión.
Más a medio plazo, Bruselas pretende establecer un mecanismo para conectar a los productores y compradores de combustible, proporcionando seguridad de ingresos y reduciendo el riesgo de inversión. El plan también reforzará las asociaciones internacionales para ampliar la producción mundial de combustibles y atraer importaciones que cumplan los criterios de sostenibilidad de la UE.
Las proyecciones muestran que la capacidad de producción actual de la UE está en vías de cumplir los objetivos para el período comprendido entre 2025 y 2029 utilizando biocarburantes y biometano sostenibles. Sin embargo, la planificación de las inversiones aún no es suficiente para cumplir los objetivos después de 2030. STIP se centra en los sectores con menos alternativas actuales a la descarbonización: la aviación y el transporte acuático.