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Crece la inquietud ante la escasez de conductores

El 90% de los transportistas afirman sentirse preocupados, por lo que reclaman mejoras en las condiciones laborales e implantar modelos logísticos más eficientes, según un estudio de Continental y Fenadismer.

En España hacen falta unos 20.000 conductores profesionales y el 50 por ciento de los actuales supera los 50 años. Ante esta situación, el 90 por ciento de los transportistas afirma sentirse preocupado por la situación actual del sector en cuanto a la falta de nuevos conductores profesionales.

Así lo pone de manifiesto el estudio ‘Seguridad, medio ambiente e innovación en los profesionales del transporte en España’, elaborado por Continental y Fenadismer y que fue presentado ayer en Madrid por Jorge Cajal, director de Comunicación y Relaciones Externas de Continental; Juan José Gil, secretario general de Fenadismer; y Antonio Sangüesa, responsable de Soluciones y Servicios a la Flota de Continental.

De izquierda a derecha, Jorge Cajal, Antonio Sangüesa y Juan José Gil, durante la presentación del estudio de Continental y Fenadismer.
De izquierda a derecha, Jorge Cajal, Antonio Sangüesa y Juan José Gil, durante la presentación del estudio de Continental y Fenadismer.

En el estudio, realizado en octubre del presente año y en el que han participado 240 profesionales del transporte de España, se analizan también las posibles soluciones que deberían plantearse para revertir esta situación. En este sentido, el 75 por ciento de los participantes señala a la mejora de las condiciones laborales y el 68 por ciento a la necesidad de implantar modelos logísticos más eficientes y operativos.

En este segundo caso, Juan José Gil puso el foco en el estudio que está realizando el Ministerio de Transportes y para el que ha pedido la colaboración de los transportistas. Este estudio “determinará la situación real en los tiempos de espera en las plataformas logísticas, para lo que se empleará una aplicación para obtener esta información de manera anónima”, apuntó Gil.

Además, el 65 por ciento de los participantes en el estudio de Continental y Fenadismer también se muestra partidario de adelantar la edad de jubilación a los 60 años, lo que “entre otras cosas, podría hacer más atractiva la profesión para los jóvenes”, matizó Gil. En la actualidad, “un 20 por ciento de los conductores profesionales en camión en España son ya de terceros países y esto va en aumento año tras año”, afirmó.

Por otra parte, el 60 por ciento de los transportistas que participaron en el estudio afirmaron su preferencia por adquirir camiones diésel, mientras que tan solo un 4 por ciento se decantaría por un camión cien por cien eléctrico. El principal motivo a la hora de apostar por la compra de un vehículo pesado sigue siendo la relación calidad-precio (21 por ciento).

En el estudio presentado ayer se hace también referencia a aquellos ámbitos en los que los transportistas demandan una mayor dosis de formación. En esta línea, la digitalización (47 por ciento) y la seguridad (46 por ciento), son los dos aspectos más destacados.

Seguridad

A su vez, en cuanto a los aspectos que los transportistas consideran más importantes para prolongar la vida útil de sus camiones, destacan la revisión y/o cambio de ruedas, así como el cambio de aceite, con un porcentaje del 65 por ciento, por delante de la revisión y/o cambio de frenos (57 por ciento). Además, en este capítulo de la seguridad, el 60 por ciento de los transportistas es partidario de que se establezca una profundidad mínima obligatoria en los neumáticos, frente al 20 por ciento que se oponen. “En otros países europeos, caso de Francia y Portugal, sí que tienen límites mínimos para la profundidad de los neumáticos”, recordó Jorge Cajal.

Por su parte, Antonio Sangüesa expuso las conclusiones del Libro Blanco ‘Digital, conectada y sostenible’ de Continental, en el que se pone de manifiesto que las flotas de transporte se encuentran bajo presión. En esta línea, Sangüesa volvió a hacer referencia a la escasez de conductores como uno de los principales problemas que afectan al sector, pero también al aumento de los costes de recursos humanos y del combustible, la incertidumbre económica, la movilidad eléctrica, el marco normativo europeo, la sostenibilidad y las nuevas tecnologías, entre otros.