Iván Jiménez presenta un plan de inversiones de 273 millones hasta 2029 orientado a consolidar la apuesta de la entidad portuaria por la innovación y la sostenibilidad.
“El Puerto de Bilbao no espera el futuro sostenible, lo construye”. Así lo puso de manifiesto el presidente de la Autoridad Portuaria, Iván Jiménez, durante su intervención en “Los Viernes de la Cámara”, que organiza Cámarabilbao en colaboración con Neinor Homes. Ante un auditorio con el aforo completo, Jiménez expuso los principales datos macro que sitúan al puerto como “referente en innovación, digitalización y sostenibilidad, tanto económica como social y medioambiental”.

El presidente de la entidad situó en el centro de la estrategia el plan de transformación digital, cuya presentación oficial tendrá lugar el próximo 26 de noviembre. El programa, dotado con más de 18 millones, y que agrupa 25 proyectos, constituye una de las grandes apuestas del organismo portuario para reforzar su competitividad en un contexto global marcado por la automatización, la transparencia y la demanda de operaciones cada vez más eficientes.
Este impulso digital se enmarca en un plan de inversiones globales que alcanzará los 273 millones en el período 2025-2029. Junto a la digitalización, otro de los proyectos estratégicos es la electrificación de los muelles con el despliegue del OPS, donde Bilbao será el primer puerto del eje atlántico en disponer de esta infraestructura. La inversión ronda los 76 millones, que superará los 100 millones al sumar actuaciones asociadas. La primera fase, orientada al tráfico ro-ro, estará operativa en el primer semestre de 2026, mientras que la electrificación completa para ferris y cruceros llegará a finales de 2027, antes de los plazos marcados por Europa.
A ello se añaden otros 50 millones para la segunda fase del Espigón central, la última gran ampliación del puerto de Bilbao, que permitirá ganar más de 30 hectáreas de nueva superficie, y otra partida similar para la red ferroviaria interior.
Jiménez aprovechó su intervención para lanzar una reflexión sobre el modelo de negocio portuario y la necesidad de elegir con precisión qué operadores se instalarán en el nuevo muelle. Como ya avanzó en un reciente encuentro con medios especializados, “el puerto no vive solo de la ocupación de su suelo; se tienen que mover barcos”. Reiteró que, a pesar de contar con una ocupación del 92 por ciento, “la tasa de ocupación solo representa entre el 40 y el 42 por ciento de la facturación”. El resto, depende directamente de las tasas de las mercancías y al buque.
Para ilustrarlo, recurrió a un símil tan gráfico como certero: “Como en Las Vegas, donde las habitaciones pueden ser baratas porque el negocio está en el juego, en los puertos de poco sirve tener los espacios llenos si no se mueven barcos y se genera actividad portuaria. Si alguien se instala en el puerto, pero no ‘juega’, no vienen barcos, el puerto se hunde”.
Por ello, Jiménez anunció que la entidad portuaria será “especialmente meticulosa” en la selección de proyectos que manifiesten su interés en desembarcar en la nueva superficie del Espigón central. “La clave no es ocupar terrenos, sino atraer actividad que genere tráficos sostenibles y de valor añadid”, subrayó el presidente del organismo portuario.
Jiménez también situó la innovación como otro de los grandes ejes estratégicos, destacando el papel de Bilbao PortLab como catalizador para startups y proyectos tecnológicos aplicados a la cadena logística.
Para cerrar el encuentro, el presidente del puerto destacó como principales fortalezas del enclave el equipo humano, la cohesión de la comunidad portuaria y la robustez financiera, que permite encarar inversiones de gran calado sin comprometer la estabilidad del sistema portuario.