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Iniciativas

Cada vez más empresas del sector se están sumando a la corriente de la innovación como eje y guía de actuación

A diario leemos noticias de nuevas iniciativas encaminadas a la transformación digital, o más modestas, a la digitalización de algunos procesos (que aún quedan).

En España solemos ir al rebufo de lo que pasa fuera, sobre todo en Europa. Tradicionalmente nos ha faltado tracción por parte de las administraciones públicas, que no discurso. Las frases tipo “vamos a movilizar miles de millones de euros” esconde una trampa dialéctica. Realmente lo que tiene detrás es que el Gobierno pone unos pocos euros, activa líneas de financiación (ICO o CDTI) y prevén que las empresas inviertan con su dinero otro tanto. Así, si aportan 1 euro, facilitan créditos por 9 euros y esperan que las empresas inviertan otros 10 euros, salen 20 euros movilizados. Es el tocomocho modernizado.

A pesar de esto, cada vez más empresas de logística y de transporte se están sumando a la corriente de la innovación como eje y guía de actuación.

La moda impuesta recientemente por nuestros gobernantes es la inteligencia artificial a través de un plan estratégico. No está mal, hay que poner objetivos ambiciosos y de medio y largo plazo.

No obstante, lo que escuchamos a diario a nuestros empresarios es que sus problemas son mucho más terrenales. Solo por poner algunos ejemplos, la logística de última milla, donde los márgenes operativos son muy bajos, se enfrenta a diario con cuestiones como el aparcamiento, los viajes con los vehículos medio vacíos para cumplir plazos de entrega o las limitaciones para acceder a zonas de bajas emisiones. La descarbonización es necesaria, pero consensuada y con plazos factibles y con líneas de ayuda financiera claras y creíbles.

Una de las necesidades manifestadas repetidamente es contar con herramientas digitales de ayuda a la planificación de reparto, a la previsión de demanda, en definitiva, mejoras en la eficiencia operativa muy necesarias. Es decir, análisis de datos y automatización de procesos. Avanzar en este camino sin apoyos será difícil. Hacen falta ayudas reales (no movilizaciones de fondos) para invertir en transformación digital. Si en España perdemos este tren no creo que veamos el siguiente, al menos yo.

Juanma Martínez

jmmartinez@eurogestion.eu