El Ministerio de Transportes dedicará 250 millones de euros de la recaudación del “impuesto del mar” a la renovación y transformación de buques y a la promoción de nuevos combustibles como el amoniaco o el metanol.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy el Plan de Acción Nacional para la Descarbonización del Transporte Marítimo. Esta ambiciosa hoja de ruta se desplegará durante cinco años, entre 2026 y 2030, y cuenta con un respaldo financiero de 250 millones de euros en ayudas. El plan se financia íntegramente con parte de los recursos generados por la propia industria a través de los derechos de emisión.

La dotación presupuestaria, gestionada a propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, procede directamente de una parte de la recaudación obtenida por la reciente inclusión del transporte marítimo en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS) de la Unión Europea, más conocido en el sector como “el impuesto del mar”.
Esta estrategia de reciclaje de fondos garantiza que el costo de las emisiones revierta directamente en la solución, creando un círculo virtuoso donde el sector financia su propia modernización y cumple con la ambiciosa agenda climática europea.
Los 250 millones de euros se destinarán a dos grandes líneas de acción, ambas cruciales para la modernización del sector. La primera se centra en la flota, ofreciendo apoyo a las navieras para la renovación integral y la transformación de los buques existentes, así como la construcción de nuevos navíos con bajas o nulas emisiones de gases de efecto invernadero. Se busca una sustitución progresiva de los combustibles fósiles por alternativas mucho más limpias.
La segunda línea es la promoción de la I+D+i: los fondos impulsarán proyectos piloto y demostrativos enfocados en la utilización de nuevos combustibles renovables de origen no biológico (RFNBO), como el amoniaco o el metanol. Estos son considerados vectores energéticos clave para el largo recorrido y la navegación transoceánica, esenciales para la competitividad futura. La inversión se canalizará a través de procedimientos de licitación pública, asegurando la concurrencia y la transparencia. La Administración, por su parte, velará por el cumplimiento de los compromisos adquiridos y supervisará anualmente las reducciones de emisiones asociadas a los proyectos subvencionados.
Este plan estratégico, liderado por la Dirección General de la Marina Mercante y que cuenta con el consenso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se integra como uno de los pilares de la Estrategia Marítima Nacional 2025-2050 y la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030 del Ministerio de Transportes. De hecho, responde directamente a los compromisos adquiridos por España en foros internacionales como la Organización Marítima Internacional (OMI) y la adaptación al paquete legislativo europeo Fit for 55, en especial al Reglamento FuelEU Maritime. El sector del transporte marítimo representa el 13,7 por ciento del transporte de mercancías en la Unión Europea y España lidera el tráfico de contenedores, acaparando un 18 por ciento del total europeo.
Valoración de la patronal Anave
Por otro lado, Elena Seco, directora general de la patronal Anave, ha valorado “positivamente” a preguntas de Transporte XXI la aprobación del plan, considerándolo “un avance significativo y un reconocimiento al papel estratégico del transporte marítimo”.
No obstante, Seco subraya que la dotación inicial anunciada es solo un primer paso. Advierte que los retos que deben afrontar los armadores, como la modernización de buques, la adopción de nuevas tecnologías y la operación con combustibles alternativos, “son muy exigentes” y requerirán “inversiones significativamente superiores”. Por ello, insiste en la necesidad de un marco que cubra tanto las inversiones (CAPEX) como los mayores costes operativos (OPEX), ya que “todavía no hay una opción tecnológica y de combustible claramente dominante”.
Seco señala que los 250 millones de euros previstos “apenas representan el 5 por ciento de lo que recaudará España por la inclusión del transporte marítimo en el ETS hasta 2030”, una cantidad que superará los 5.000 millones de euros. Mientras tanto, destaca el compromiso del sector, indicando que los armadores españoles “han invertido más de 800 millones de euros” en los dos últimos años y “tienen comprometidos más de 1.000 millones adicionales” en nuevos proyectos.
Aunque considera “positivo que se haya puesto en marcha este plan” y que se financie con cargo a los ingresos del ETS, la directora de Anave estima que “debe ser más ambicioso en volumen y alcance”. Seco cncluye que solo con un apoyo “estable, adecuado y bien enfocado podremos avanzar al ritmo que exige la normativa europea y evitar que nuestras empresas, especialmente las de menor tamaño, queden en desventaja”.