Logística Mediante  | 

Proezas logísticas

El arquitecto Juan de Herrera dirigió y concluyó en tiempo récord para la época el Monasterio de El Escorial, adoptando principios logísticos y de organización de obra desconocidos hasta ese momento, que ayudaron a reducir tiempos y costes de manera considerable

El Monasterio de El Escorial cuenta con más de 430 años de historia y está considerado desde el siglo XVI como la Octava Maravilla del Mundo. Su arquitecto y diseñador, Juan de Herrera, dirigió y concluyó en un tiempo récord para la época el edificio que sería residencia real y, durante mucho tiempo, el mayor edificio del mundo.

Herrera adoptó principios logísticos y de organización de obra desconocidos hasta ese momento, que ayudaron a reducir tiempos y costes de manera considerable. Las soluciones aplicadas estuvieron relacionadas con toda la cadena de suministro y permitieron importantes innovaciones en la gestión del flujo de mercancías, el transporte o el aprovisionamiento de materias primas, como el uso de herramientas especiales y la introducción de conceptos de “just in time”.

Además de un extraordinario arquitecto, ingeniero, científico y matemático, fue un genial director de Supply Chain. Sin embargo, el difícil contexto social y político repercutió en la falta de reconocimiento de su obra en vida.

Leyendo el magnífico libro “El Código Herrera”, escrito por Ricardo J. Hernández y Javier Cordero, me vienen a la mente otras proezas logísticas recientes. En medio de uno de los peores momentos de la pandemia, en Ifema se habilitaron 85.000 metros cuadrados que llegaron a albergar 5.500 puestos de hospitalización.

El macrocentro sanitario de emergencias se activó en tiempo récord: en apenas 18 horas recibió a los primeros pacientes y llegó a albergar hasta 1.300 camas para hacer frente a la COVID-19. Una ardua tarea liderada por la UME y el Ejército de Tierra, que contó con la colaboración voluntaria de sanitarios y otros colectivos, erigiendo el que sería el hospital de campaña más grande de España.

Podemos equiparar esta agilidad constructiva con la acometida después en el Hospital Isabel Zendal, erigido en tres meses y diez días. Mientras en Europa se debate sobre la necesidad de crear almacenes estratégicos para afrontar nuevas emergencias, el Zendal ya gestiona el stock para el material (EPI y otros) como futura sede del almacén central del Servicio Madrileño de Salud.

Una gran proeza logística y sanitaria, que al igual que El Escorial en su época, no siempre encuentra merecido reconocimiento.

Ana González

cel@cel-logistica.org