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¿Qué pasa con los fletes?

La crisis financiera del año 2008 condujo en 2009 a una guerra de precios de fletes marítimos entre las navieras que se saldó finalmente con la quiebra de Hanjin como máximo exponente de una estrategia equivocada

Lo que está ocurriendo con las tarifas de fletes marítimos desde China a Europa es bastante curioso. Habitualmente, cuando los volúmenes de import/export sufren una bajada lo que marca la experiencia es que las navieras bajan los precios de los fletes intentando estimular el llenado de sus portacontenedores. Sin embargo, en esta crisis las cosas están siendo distintas.

La pandemia, al afectar a la movilidad y al comercio, ha golpeado prácticamente todos los sectores industriales a remolque de la disminución global del comercio internacional. Teniendo en cuenta que China, el lugar donde se originó el Covid-19, es el mayor país exportador del mundo es fácil imaginar el impacto en el tráfico marítimo causado primero por la disrupción de sus masivas exportaciones e inmediatamente después por la brutal caída de la demanda con el cierre de los países importadores.

Tras un 2019 complicado con la guerra comercial desatada por EEUU contra China, que ya estaba haciendo mella en los volúmenes transportados, la gran crisis del coronavirus parecía que venía a complicar definitivamente el panorama de la industria naviera. La caída de volúmenes ha sido mayor que durante la crisis de 2008. Entonces lo hicieron aproximadamente un 10 por ciento mientras que actualmente la OMC estima una contracción del 18,5 por ciento en el segundo trimestre. La crisis de 2008 condujo en 2009 a una guerra de precios de fletes entre las navieras que se saldó finalmente con la quiebra de Hanjin como máximo exponente de una estrategia equivocada.

Esta vez, la reacción de las navieras ha sido quitar capacidad del mercado realizando “blank sailings”, reforzar los servicios compartidos dentro de las alianzas y apartar buques no usados. La consecuencia es que las tarifas se han mantenido altas incluso a pesar de la caída del petróleo. Sorprendentemente para muchos, en medio de la crisis los fletes incluso están por encima de los de los últimos años. Las fusiones y alianzas desde la anterior crisis de 2008 han disminuido el número de operadores en el mercado haciendo que sea más fácil para la industria naviera reducir ordenadamente servicios y mantener precios sin que ningún díscolo inicie la denostada guerra de precios. Esto significa madurez y en principio resulta positivo para el mantenimiento de una industria esencial para el comercio, pero habría que estar muy vigilantes para que no hubiera tentaciones de derivas en prácticas contrarias a la libre competencia.

Jesús Cuéllar

jesus@cuellar.eu