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Ataques en la frontera

Aunque el Gobierno español ha protestado, y con razón, es a la UE a la que le corresponde tomar cartas en el asunto

Hace unos días, un buen número de transportistas ha vuelto a sufrir ataques en la frontera francesa por exportar productos españoles a Francia. Viticultores franceses se organizaron para llevar a cabo una operación sorpresa y frenar las importaciones de vino españolas. Los manifestantes pararon camiones, vaciando los vehículos, destruyendo su mercancía, y reventando cisternas de vino. No es la primera vez que se producen estos actos. En 2016, viticultores franceses derramaron decenas de miles de litros de vino y toneladas de otros productos españoles por lo que ellos consideraban competencia desleal, sin justificarla de ningún modo. Y me pregunto yo, ¿qué culpa tienen los productores de vino españoles? ¿Qué culpa tienen los transportistas? ¿No existe un mercado libre en Europa en el que todos los países compiten sin trabas? Si los productores franceses consideran que hay competencia desleal, ¿por qué no lo denuncian?

No tiene sentido alguno que los autores de estos actos los llevan a cabo con total impunidad. La Unión Europea debería tomar cartas en el asunto por varios motivos. Primero porque se trata de una agresión en toda regla a personas y bienes. Segundo, porque supone importantes pérdidas para la economía derivadas de la destrucción de la mercancía y del tiempo perdido de transportistas y cuerpos de seguridad. Y tercero, y más importante, porque la Unión Europea se ha construido bajo la premisa de la libertad de circulación de personas y mercancías, lo que garantiza que cualquier empresa tenga total libertad para vender sus productos dentro de la Unión Europea. Aunque el Gobierno español ha protestado, y con razón, por la situación, es a la Unión Europea a la que le corresponde imponer sanciones mayores si esos actos se siguen repitiendo.

José Manuel Vassallo

josemanuel.vassallo@upm.es