La dársena catalana mantuvo la primera posición a pesar de reducir las operaciones de suministro por la escalada de precios que registró este tipo de combustible durante el pasado ejercicio.
El puerto de Barcelona mantuvo el liderato peninsular en operaciones de
bunkering de gas natural licuado (GNL) a pesar del acusado descenso de las operaciones de abastecimiento de este tipo de combustible por su elevado precio en 2022.
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Primera operación de GNL a un buque de Baleària en enero de 2017.[/caption]
Aunque la coyuntura no ha ayudado, la dársena catalana ha consolidado su posicionamiento en el negocio del
bunkering de GNL, como combustible alternativo más limpio que los tradicionales, desde que realizó el primer abastecimiento al “Abel Matutes”, de Baleària, en enero de 2017. La dársena pasó de los 890 metros cúbicos de GNL suministrados en 2017 a los 37.000 en 2019. Las operaciones de
bunkering de GNL siguieron creciendo en plena pandemia alcanzando los 39.150 metros cúbicos en 2020 y llegó a los 65.000 en 2021.
El enclave cerró el año pasado con 26.400 metros cúbicos de GNL suministrados. El 97 por ciento del abastecimiento fue a cruceros en la modalidad de gabarra a buque (
ship to ship), según los datos facilitados por la Autoridad Portuaria. Las operaciones de suministro desde camión cisterna a buque (
truck to ship) acabaron siendo residuales al dejar de utilizar la flota de Baleària, uno de los principales clientes de GNL en la dársena, este combustible. La naviera valenciana anunció a finales de 2021 que abandonaba temporalmente el GNL por la escalada de su precio. “Ahora, estamos retomando las operaciones en GNL con algunos barcos de la flota, como es el caso del ferri “Abel Matutes”, que escala en Barcelona”, señalaron fuentes de Baleària.
La reanudación de las operaciones de la naviera, la escala de más cruceros alimentados con GNL y “la nueva gabarra fija de Shell harán que el suministro crezca”, aseguraron desde la Autoridad Portuaria.
La dársena catalana se estrenó el pasado mes de febrero como base de la primera gabarra para operaciones de
bunkering de GNL construida en un astillero español. Y convirtiéndose en uno de los pocos puertos europeos base de operaciones ship to ship de GNL.
La gabarra, de 5.000 metros cúbicos de capacidad y 92 metros de eslora, “da una importante ventaja competitiva al puerto en el servicio de
bunkering de GNL y es un gran paso en el objetivo de reducir emisiones”, añaden.
La Autoridad Portuaria prevé que el 20 por ciento de las escalas que realizarán los cruceros durante este año serán de unidades que pueden propulsarse con GNL. Son buques de las compañías Aida, Costa, P&O y MSC. Esta última ha escogido la dársena catalana como puerto base para estrenar una unidad alimentada por este combustible, el “MSC World Europa”.
Además de la bonificación general del 50 por ciento de la tasa al buque, que pueden aplicar todos los puertos, Barcelona suma una bonificación comercial del 30 por ciento si el barco usa GNL en los motores auxiliares o baterías cuando está en el puerto y un 10 por ciento más si hace servir estos combustibles menos contaminantes durante el trayecto desde la última escala hasta la dársena catalana".
El camino abierto por el GNL y la experiencia ganada ayudarán a la penetración de otros combustibles alternativos como el amoníaco, el hidrógeno o el biometanol”. Y ello forma parte de la estrategia de la Autoridad Portuaria de “aspirar a ser un
hub de
bunkering de los nuevos combustibles limpios y cero emisiones”, concluyen desde el organismo portuario.