Esta región concentra 21 de los 50 mayores aeropuertos cargueros de 2017, según revelan los datos de Airports Council International (ACI).
El crecimiento récord la carga aérea en 2017, próximo al 8 por ciento, hasta superar los 118,6 millones de toneladas, tiene a la región de Asia-Pacífico como su principal motor. El aeropuerto internacional de Hong Kong lideró la clasificación mundial de carga aérea el pasado año, con 4,93 millones de toneladas, un 9,21 por ciento más que el año anterior.
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“En los últimos años, el boom del ecommerce internacional, particularmente en China, ha creado inmensas oportunidades para el sector del transporte aéreo exprés y de la pequeña paquetería”, según explicó un portavoz de la terminal de Hong Kong. El segmento farmacia, con una tasa media anual de crecimiento del 12 por ciento durante los últimos cuatro años, también ha facilitado el liderazgo de Hong Kong. Además, las 108.000 toneladas de envíos postales, que no son contabilizadas en el informe de ACI, posibilitaron que Hong Kong batiera de manera oficial la barrera de los cinco millones de toneladas en 2017. Junto con esta pista, otras cinco de las 10 mayores terminales aéreas de carga en dicho ejercicio son asiáticas. El hub chino de Pudong se sitúa en tercer puesto con 3,73 millones de toneladas. Los aeropuertos de Incheon (Corea del Sur), Narita (Japón), Taiwán Taoyuan y Singapur ocupan las plazas cuarta, octava y décima respectivamente.
El conjunto de los 21 aeropuertos asiáticos dentro del Top 50 manipularon 32,9 millones de toneladas el pasado año, una cifra que supone un incremento del 3 por ciento sobre 2016, según revela el informe de Airports Council International (ACI). América del Norte se sitúa como la segunda región más destacada de la carga aérea en el pasado ejercicio. La terminal de Memphis, que ocupa la segunda plaza del ranking con 4,32 millones de toneladas, un 0,33 por ciento más que en 2016, es el referente de los 14 aeropuertos norteamericanos dentro del Top 50. En su conjunto movieron un total de 21,8 millones de toneladas, con un incremento del 1 por ciento respecto al 2016.
Los 10 aeropuertos europeos del TOP 50 registraron un transito de 12,8 millones de toneladas en 2017, volumen que supone un incremento del 6 por ciento. La terminal de Frankfurt, en el puesto 11, lidera la representación europea con 2,1 millones de toneladas y un alza del 3,9 por ciento. Uno de los factores que impulsó el hub alemán fueron las mercancías peligrosas transportadas por Lufthansa, primera compañía en emplazar la tecnología de trazabilidad y seguimiento bajo el protocolo IATA para la declaración electrónica de mercancías peligrosas. El aeropuerto de Frankfurt también se benefició del sistema de alerta de datos para mercancía en camión que entra en el aeropuerto.
Los cuatro grandes hubs aéreos de Oriente Medio movieron cerca de 6,4 millones de toneladas, una cifra que refleja un incremento del 5,9 por ciento sobre 2016. El único aeropuerto de la región Latinoamérica y el Caribe en el Top 50 es El Dorado de Bogotá, que manipuló casi 707.000 toneladas de carga el pasado año, con un incremento del 4,8 por ciento que le colocó en el puesto 41.
Los 50 primeros aeropuertos manipularon más de 74,5 millones de toneladas, equivalente a un 62,8 por ciento del tonelaje mundial. En 2017 solo dos de los 50 mayores hubs redujeron su volumen de mercancías. Indianapolis International, sede del segundo mayor hub de FedEx, cuya carga bajó un 2,6 por ciento hasta las 1,03 millones de toneladas; y el de Abu Dhabi, que registró un descenso del 7,9 por ciento hasta las 734.00 toneladas. Por otra parte, el aeropuerto de Sydney y el aeropuerto de Sao Paulo-Guarulhos, que ocuparon los puestos número 50 y 49 en 2016, no han logrado mantenerse en la lista Top 50 de 2017. Ningún hub español ha podido incorporarse al ranking.
Abgela Gittens, directora general de ACI World, revela que “el crecimiento del sector de carga aérea se ha mostrado resistente a nivel global. Sin embargo, el impacto continuado del proteccionismo y de las guerras comerciales sobre los servicios de transporte aéreo, probablemente cause en el futuro un mayor impacto en la actividad de carga”. Más información en la edición impresa de TRANSPORTE XXI del 1 de diciembre de 2018.