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Competencia pone la lupa en los muelles

La CNMC vuelve a plantear una reforma profunda del modelo de estiba y de los servicios portuarios españoles para fomentar una mayor competitividad, reducir costes y favorecer la eficiencia e innovación en los puertos.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) vuelve a proponer una profunda reforma del modelo de estiba y del conjunto de servicios portuarios españoles para dinamizar la competencia, reducir costes y aumentar la eficiencia de los puertos. Como ya lo hiciera a finales del siglo pasado, el organismo subraya que la actual regulación mantiene rigideces, monopolios de hecho y escasa transparencia en ámbitos clave como el practicaje, remolque, amarre, MARPOL, bunkering, estiba y servicios al pasaje, lo que frena la competitividad y la innovación.

La plantilla de los ‘pools’ de estiba supera los 6.000 trabajadores.
La plantilla de los ‘pools’ de estiba supera los 6.000 trabajadores.

Según un extenso estudio realizado, seis años después de la liberalización del sector, el 88 por ciento de los estibadores continúa adscrito a los Centros Portuarios de Empleo (CPE), lo que confirma el predominio de un sistema de pools cerrados. Pese a que la normativa permite la contratación directa o a través de empresas de trabajo temporal (ETT), las barreras regulatorias y laborales siguen incentivando la dependencia de los CPE, generando ineficiencias y costes más elevados para las terminales.

El informe denuncia que las rigideces en la organización del trabajo, la falta de flexibilidad en turnos y equipos, y la prioridad del personal de los CPE en las designaciones de empleo distorsionan la competencia entre empresas estibadoras y obstaculizan la modernización del sector. Además, los largos procesos de consulta laboral y la falta de incentivos dificultan la automatización de las terminales, frenando la inversión y la productividad.

La CNMC recomienda eliminar la regulación específica de los CPE, permitir a las empresas optar libremente entre modelos de contratación, reducir el peso del personal fijo y aumentar la flexibilidad en la gestión de los equipos y la movilidad funcional. También propone impulsar la automatización, reforzar la eficiencia en los Puntos de Inspección Fronterizos (PIF) y revisar el sistema de concesiones para ajustarlo a plazos óptimos y promover la competencia en precios.

En este sentido, hay que recordar que el Tribunal Supremo ajustó la legalidad del modelo laboral pactado en el V Acuerdo Marco de la estiba portuaria por la asociación Anesco y el sindicato Coordinadora el pasado mes de julio. En su sentencia 551/2025, la Sala de lo Social declaró nulas algunas de las cláusulas más significativas del acuerdo por exceder los límites legales de la negociación colectiva y vulnerar principios esenciales como la libre competencia y la libertad de empresa.

Competencia inexistente

Por otro lado, el estudio de la CNMC amplía su análisis al resto de servicios portuarios: practicaje, remolque, amarre, MARPOL y bunkering, donde la competencia es prácticamente inexistente. En el practicaje, el monopolio legal y las restricciones de acceso a la profesión limitan la entrada de nuevos operadores. En el remolque, la exigencia de bandera española para los buques y la obligatoriedad del servicio en determinadas maniobras reducen la eficiencia. La CNMC plantea revisar estos marcos, eliminar trabas innecesarias y fomentar un entorno más abierto y transparente.

Por último, el organismo sugiere evaluar los modelos de explotación de las terminales de pasajeros, homogeneizar criterios y reforzar la coordinación entre puertos. Su conclusión es clara: abrir los servicios portuarios a la competencia aumentaría la calidad, reduciría costes y situaría a los puertos españoles en mejores condiciones para atraer tráfico, inversiones e innovación.