Mirar sin ver  | 

Dejarme solo

Los transitarios deben apoyar de forma regular a quienes más les quieren y de forma irregular a quienes menos les quieren

Buques, contenedores, terminales, aviones (con marcha atrás incluida…) transitarias, operadores logísticos han sido foco de adquisición, en los últimos dieciocho meses por parte de navieras, a costa de los resultados de los dos años que preceden al actual. Parece que esa verticalidad de crecimiento provenga del argot de la tauromaquia: “Dejarme solo”, como si el mundo fuera un huevo y pretendiesen tragárselo. Quieren absorber todas las fases de la cadena de suministro y lo entiendo, porque son los que más activo arriesgan. Doy por hecho que de sobra saben que la labor del transitario es de cercanía con todos los clientes, humanizando la prestación de servicios y no hablemos de Aduanas, porque eso necesitaría varios artículos. Por otro lado, llevan los últimos cuatro años (más dos de pandemia…) centralizando servicios en una única oficina por país y el pricing por continente. Afortunadamente dentro de las “cinco” columnas que sostienen el transporte marítimo hay disparidad de opiniones y de criterios y de ahí su verticalidad tan vertical…

El criterio de estar del lado del transitario, de frente o de perfil, es directamente proporcional a la dependencia del cargador contractual de sus barcos y eso, sin mentar que el nivel de los fletes sigue en caída libre. Una de las más “despiertas” es la que más de dos tercios de sus ingresos proceden de las transitarias y de forma inteligente, prefieren ir de su mano, compartiendo pasta y chocolate. Daneses agresivos, franceses conservadores, alemanes con alemanes, al igual que japoneses con japoneses y los chinos para variar, sin prisa y mejor en puertos que en interiores. Los transitarios deben dejar de preocuparse para pasar a ocuparse y apoyar de forma regular a quienes más les quieren y de forma irregular a quienes menos les quieren. “Se puede ser imprescindible en un equipo, pero ningún equipo está compuesto por uno solo” (Kareem Abdul-Jabbar).

Miguel Rocher

mrocher@operinter.com