La logística nunca defrauda y responde a las crisis con un nivel de esfuerzo, solvencia y compromiso extraordinario
Lo ocurrido el pasado 28 de abril fue mucho más que una disrupción puntual: representó un golpe significativo para el desarrollo de nuestra actividad. Una vez más, los profesionales logísticos demostraron su compromiso y resiliencia, cualidades que ya forman parte de su identidad. Sin embargo, aunque es esencial fomentar esta capacidad de adaptación, estar preparados para lo imprevisto no debe implicar aceptar situaciones como la de este apagón, que ponen en riesgo la estabilidad del tejido productivo.
Al día siguiente del incidente, el CEL lanzó una encuesta para evaluar su impacto en el ámbito empresarial. Más de 50 compañías compartieron sus experiencias, arrojando datos contundentes: el 40% de las empresas reportaron pérdidas superiores al 30% de su facturación diaria; el 65% sufrió interrupciones totales o parciales en su operativa logística; un 8% no había recuperado la normalidad ni siquiera 24 horas después del suceso.
El apagón provocó daños en sistemas y equipos, y obligó a una compleja reorganización de turnos operativos. Por otra parte, solo una de cada cuatro empresas contaba con un plan de contingencia eficaz; un 21% carecía por completo de protocolos, y un 54% disponía únicamente de sistemas de respaldo energético limitados a funciones críticas. Muchos de los planes existentes se vieron desbordados por la magnitud del evento.
Como en toda crisis, lo importante es aprender y reforzar nuestras capacidades, e impulsar planes de continuidad efectivos es una práctica imprescindible. En este sentido, desde CEL promovemos la adopción de marcos internacionales como la norma ISO 28000, que permite identificar vulnerabilidades, preparar respuestas eficaces y proteger los procesos clave ante situaciones críticas.
La logística nunca defrauda y responde a las crisis con un nivel de esfuerzo, solvencia y compromiso extraordinario, pero disrupciones las justas. El apagón del 28 de abril fue inaceptable y no debe volver a repetirse.
Ana González
cel@cel-logistica.org