La Autoridad Portuaria lanza un plan inversor de más de 900 millones de euros, mientras la alcaldesa Catalá denuncia la falta de información sobre el proyecto estatal para la Ciudad de la Construcción en la ZAL.
La Autoridad Portuaria de Valencia ha reafirmado su posición financiera con unos resultados positivos en 2024 que consolidan la estabilidad económica de la entidad en un contexto de creciente tensión institucional. El consejo de administración, que preside Mar Chao, aprobó este martes las cuentas anuales auditadas, que reflejan un beneficio neto de 28,99 millones de euros, lo que supone un incremento del 25 por ciento respecto al ejercicio anterior. Este resultado se ha alcanzado gracias a un aumento del 6,7 por ciento en la facturación, que asciende a 150,73 millones de euros, y a una contención general del gasto operativo, explicaron desde el enclave.

La presidenta de la Autoridad Portuaria, Mar Chao, destacó ante el Consejo que “los datos y las cuentas aprobadas consolidan la estabilidad económica y permiten continuar con su ambicioso plan inversor, clave para reforzar la competitividad y sostenibilidad del sistema portuario valenciano”.
Chao informó además de la reciente validación por parte de Puertos del Estado del Plan de Inversiones 2025–2029, que contempla una dotación récord de 902,42 millones de euros para mejorar infraestructuras, avanzar en sostenibilidad energética e impulsar la digitalización de la red logística valenciana.
En paralelo al cierre contable, la sesión del consejo sirvió también de escenario para que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, trasladara públicamente su malestar por la opacidad con la que, a su juicio, el Gobierno central está gestionando el nuevo proyecto de la Ciudad de la Industrialización de la Construcción. Esta iniciativa, vinculada al PERTE de construcción industrializada, contempla su implantación en los terrenos de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL), cuya titularidad y gestión implican directamente tanto al consistorio como a la propia Autoridad Portuaria.
“La ciudad de Valencia no tiene ningún tipo de información sobre este proyecto, ni documental ni verbal, ni en el marco de reuniones ni por vías institucionales. He preguntado directamente a la presidenta de la Autoridad Portuaria y ella tampoco ha recibido ningún detalle, ni siquiera en las reuniones recientes mantenidas sobre asuntos logísticos de la ZAL”, manifestó Catalá. Añadió que el responsable de SEPES, entidad pública propietaria de los suelos, tampoco cuenta con información al respecto.
Catalá expresó su preocupación por las posibles implicaciones jurídicas del nuevo uso propuesto para la ZAL, una zona que fue objeto de expropiación con fines exclusivamente logísticos vinculados al desarrollo portuario. “Este proyecto debe abordarse con mucha solvencia legal porque hay procedimientos judiciales abiertos, algunos de larga trayectoria, y no puede permitirse que un cambio de uso sin consenso institucional ponga en riesgo su resolución”, afirmó la alcaldesa.
En este contexto, reclamó al Ejecutivo central una actitud institucional más transparente y respetuosa: “Lo lógico, lo normal, lo institucional, incluso lo educado, sería que el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria conocieran de primera mano cualquier iniciativa que afecte a este territorio. Lo que no puede ser es que tengamos que enterarnos por los medios de comunicación”.
Tensiones
La doble lectura del Consejo, económica y política, vuelve a dejar patente la distancia entre la gestión operativa del sistema portuario y las tensiones derivadas de decisiones estratégicas del Gobierno que implican suelo logístico en Valencia. Mientras el enclave exhibe unas cuentas sólidas, con una reducción del 1,51 por ciento en otros gastos de explotación y una plantilla ampliada hasta los 488 empleados, el entorno de colaboración interadministrativa aparece hoy más erosionado que nunca.
El dinamismo del puerto se confirma también en el plano operativo. Durante el primer semestre de 2025, las terminales portuarias gestionaron 2.833.919 contenedores, un 3,8 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. En términos interanuales, la cifra se eleva a 5.580.598 TEU, lo que representa un crecimiento del 8,3 por ciento. Las estadísticas internas apuntan a una recuperación progresiva de los tráficos de importación y exportación, que están compensando el leve descenso de los movimientos de transbordo registrado en los últimos seis meses (-1,75 por ciento).
El Puerto de Valencia continúa su hoja de ruta marcada por el Plan Estratégico 2035, mientras se intensifica el debate político sobre el modelo de desarrollo del suelo logístico metropolitano. El puerto, de momento, sigue creciendo “con cuentas limpias, de acuerdo con la auditoría de la IGAE, y rumbo definido, pero bajo la sombra de un proyecto estatal que amenaza con reabrir viejas heridas en la ZAL”, coincidieron en destacar fuentes empresariales consultadas por Transporte XXI.