Debemos repensar los retos logísticos a los que se enfrentan los cargadores con una lista actualizada de desafíos
Buscando los retos inmediatos a los que los cargadores deberán enfrentarse en 2024, observo que los desafíos apuntados en la mayoría de informes son los mismos de siempre :capacidad, costes, planificación, regulación, daños de la carga, y disrupción. Nada nuevo a la vista. Y es entonces cuando me pregunto si no nos queda ya ninguna nueva meta logística para conquistar.
El Fórum Económico de Davos (WEFORUM) en su Global Risks Report 2024 apunta a la desinformación como el primer factor de riesgo de afectación global. Escoger bien las fuentes de información y su fiabilidad, es la clave para enfocar la mirada sobre la realidad operativa y actuar consecuentemente.
El informe apunta a las políticas de cancelación informativa, temas importantes que son silenciados por ser políticamente incorrectos. Al afinar mi búsqueda, detecto un punto de atención máxima: la 19ª posición del ranking de riesgos apunta a la “sistematización de la disrupción de la cadena de suministro”. Esto implica que la disrupción logística es ya estable, y que es un concepto que está penetrando a modo de lluvia fina sobre el escenario del supply chain, en una inevitable situación de aceptación de funcionamiento logístico (imperfecto) que la sociedad consiente en todas sus capas operativas. Más aún, la coyuntura actual de riesgos del informe concluye que es extremadamente importante que las acciones empresariales se comprometan con un cambio que cuente con un número crítico de empresas comprometidas para crear cadenas de suministro éticas, con respeto a los derechos humanos, normas laborales y plazos de ejecución apropiados para evitar el colapso y minimizar el riesgo de quiebra logística global.
En este sentido, el Certificado de Cargador Responsable (CCR), impulsado desde Transprime Spanish Shippers’ Council activa la senda recomendada por WEFORUM y agrega cada vez a más empresas que acreditan su comportamiento logístico-ético y de confianza logística. Debemos repensar los retos logísticos a los que se enfrentan los cargadores con una lista actualizada de desafíos logísticos que incorpore nuevos conceptos que mantengan las cadenas logísticas contemporáneas en alerta: propositividad ¿Que aportamos de valor como agente al mundo logístico?, desglobalización ¿Cómo reenfocar el servicio?, cargofobia ¿Como funcionan las prioridades de las cadenas de transporte globales?, cancelación informativa ¿De que nos nutrimos?, el valor de las personas ¿Cómo tratamos a los conductores?, estandarización ¿Cómo conectamos a los lenguajes logísticos universales?, ejecución ¿Son apropiados los plazos de entrega?, eficiencia ¿Cuántos Kms en vacío me pertenecen?, excelencia ¿Cómo prestigiamos la logística?
Estoy releyendo estos días el magnífico libro Siddharta, donde Herman Hesse explica, a través de los numerosos cambios de vida que el protagonista sufre, como éste reacciona para nunca adoptar una posición conformista de aceptación de la disrupción en la que vive, y lo hace sencillamente mediante la elección. Sí, eligiendo como vivir el cambio: siempre con propuestas para cambiar, avanzar y mejorar el mundo. En esta senda debemos estar las empresas cargadoras contemporáneas, agregando la voz común, para incorporar nuevas formas de abordar los retos presentes.
Jordi Espín
jespin@transprime.es
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