El acuerdo de compra ya está cerrado, solo pendiente de las correspondientes autorizaciones
Desde 2019, año en el que se anunció por primera vez la operación, han pasado casi cuatro años. Dos de ellos bajo una pandemia que obligó a cerrar todas las operaciones aéreas de pasajeros y por tanto hundió los ingresos y los resultados de compañías de pasaje como Iberia y Air Europa, con resultados nefastos en la valoración de la operación para los propietarios de la compañía adquirida.
De una forma u otra, el acuerdo de compra ya está cerrado, solo pendiente de las correspondientes autorizaciones. Tras trascender la noticia, muchos comentarios y análisis se están haciendo, indicando que el conglomerado controlará el 36% del mercado de pasajeros con especial peso en los tráficos domésticos y europeos. Por eso se espera que las autoridades de defensa de la competencia obliguen al grupo a desprenderse de algunos slots, lo que beneficiaría sobre todo al gran competidor: Ryanair.
La verdad es que desde el punto de vista de la carga, lo que nos interesa son los vuelos de largo radio, es decir los vuelos intercontinentales en los que viaja carga en la bodega tanto de Iberia como de Air Europa. La especialización de ambos en América Latina hace temer que desde Bruselas se les obligue igualmente a desprenderse de parte de sus vuelos a algunos destinos en la zona. En el primer intento de fusión en 2021, la contrapartida exigida para conceder la autorización suponía disminuir los vuelos y ceder espacios a la competencia en casi 50 destinos. Para la industria de la carga aérea de España y para el aeropuerto de Madrid como hub de ambas aerolíneas el riesgo sería que esos slots se perdieran y disminuyera la capacidad ofertada en esas rutas, aunque probablemente el hueco que se obligue a dejar al combinado Iberia+Air Europa sería sustituido por alguna otra compañía que, esperemos, también contribuya con sus bodegas a las capacidades de carga hacia Latinoamérica de forma que el resultado resultara neutro.
Lo que es deseable es que los aviones que Iberia/Air Europa se vean obligadas a retirar de las rutas americanas, puedan dedicarlos a remediar la gran carencia que adolecemos en rutas directas con Asia. Ese sí que sería un paso que permitiría poner a Madrid a la altura de los hubs centro europeos en cuanto a conectividad.
Jesús Cuéllar
jesus@cuellar.eu