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La logística es de los pocos ámbitos que continúa generando empleo, el primero tras la sanidad

Estamos ante el año más atípico del siglo XXI. Nadie podía suponer todo lo que hemos vivido en 2020 ni que, tras la alegría de la aparición de la vacuna, el virus lograría mutar y convertirse de nuevo en un nubarrón muy negro. Ni tampoco que, por un cierre de fronteras fruto del pánico a una nueva cepa del virus, miles de transportistas, profesionales esenciales cargados de víveres y perecederos para alimentar a los británicos, se quedarían atrapados y abandonados durante días a su suerte en las carreteras en plena Navidad.

La crisis sanitaria zarandea todo de una manera abrupta. Hay que destacar el haber adelantado cinco años la evolución del consumo online y, por lo tanto, las tendencias del sector logístico en este ámbito, lo que se traduce en innovación y digitalización. La eficiencia se ha convertido en una obligación para asegurar la viabilidad del negocio y, en este escenario, la inversión en innovación y digitalización son absolutamente imprescindibles.

La logística es de los pocos ámbitos que continúa generando empleo, el primero tras la sanidad, pero la pandemia nos ha llevado a un modelo productivo mucho más digitalizado y necesitado de inversiones, que tienen que amortizarse rápido. Las empresas de nuestro sector orientadas al B2C están creciendo en actividad (no en beneficios), generando empleo e invirtiendo en innovación. En cualquier momento, la toma de decisiones sobre las áreas en las que invertir para desarrollar o mejorar capacidades es siempre difícil, pero ahora lo es más que nunca por la incertidumbre. El top 3 de las tecnologías que mejor están resultando en el sector para introducir eficiencia y competitividad, a la vez que una rápida recuperación del retorno de la inversión, son: el big data (el análisis masivo de datos permite reducir costes, optimizar recursos, ganar eficiencia, minimizar el impacto ambiental o gestionar mejor la previsión de la demanda); RPA o robot process automation (la automatización de procesos administrativos puede reducir drásticamente el riesgo operativo y ser mucho más ágiles); IoT y trazabilidad avanzada (para el mantenimiento preventivo y la monitorización de flotas, la gestión de la cadena de frío o el control del stock). Hoy más que nunca, la logística es inversión.

Francisco Aranda
presidencia@unologistica.org