La broca del 6

No está claro que vaya a ser práctica, pero la tasa Temu da pie a hablar un poco de lo nuestro

Unas muñecas de plástico han disparado el gatillo. Estaba pensada para 2028, cuando pongan en marcha el sistema aduanero centralizado de la UE, pero algunos no han esperado. Francia ha dicho que rien ne va plus y empezará con una tasa de dos euros por paquete de valor inferior a 150 euros, que hasta ahora estaba exento de arancel. Los irreductibles galos esperan recaudar 500 millones de euros que dedicarán a comprar más escáneres porque solo se controla el 0,98% de los envíos.

Ahora bien, sea práctica o no, esta tasa nos da pie a hablar de la DUM (Distribución Urbana de Mercancías). Personalmente, creo que los fabricantes chinos repercutirán la tasa en el precio final, como siempre, y su precio es tan competitivo que no se notará mucho. No hay muchas opciones.

El problema está en que nos hemos acostumbrado a no pagar para que un chico o una chica nos lleve hasta la puerta de casa una broca del 6 fabricada en China por la que hemos pagado seis euros, un sábado a las 7 de la tarde, lloviendo. Si no se le arruga la nariz con el tufo a podrido, es que está usted constipado (por ser bueno).

Esto no se arregla con tasas, o minihubs, flotas eléctricas, drones, impresoras 3D caseras, IA o el trasunto de la Bernarda. Esto va de cultura. Cultura que no tenemos. La tuvimos. Mi abuela, cuando se acercaba mi cumpleaños, me preguntaba qué quería, pero la pregunta estaba acotada: “algo que necesites”. Pues eso. Necesitas una broca del 6, que cuesta 9 euros en la ferretería de la esquina (tres más que en la web de la sonrisa), hoy, sábado antes del partido, con un diluvio de dos pares en la calle… ¿O no? Yo creo que no. La ferretería está a punto de cerrar. Al chaval del chubasquero empapado le pagan una miseria.

Mientras tanto, mi abuela se retuerce en su tumba de Derio. La broca, y el transporte, hay que pagarlos. O esta fiesta se acaba.

Javier Miranda Descalzo

javier.miranda@grupoxxi.com