Anfac reclama al Gobierno un plan de choque para señalizar antes de enero de 2025 la red de puntos ya existentes en la carreteras, con el fin de incrementar la confianza del usuario.
La electromovilidad no arranca en España, lastrada en buena medida por el bajo despliegue de la red de puntos de recarga públicos. Esta carencia es especialmente acusada en el caso de los puntos de recarga ultrarrápidos, igual o superior a 150 kW, especialmente dirigidos a los vehículos pesados, según el último Barómetro de la Electromovilidad que acaba de hacer público la patronal de fabricantes de turismos y camiones Anfac.
España incrementó su red de recarga ultrarrápida en 309 puntos en el segundo trimestre del presente año. En la actualidad, el país dispone de 2.412 puntos de recarga con esta potencia, lo que representa el 6,7 por ciento del total de la red. Desde Anfac alertan de que “el número de cargadores con esta potencia sigue siendo escaso”, por lo que consideran que “se hace necesario el avance de este tipo de cargadores para poder acercar los tiempos de recarga a los de repostaje de un vehículo convencional, así como para facilitar el desarrollo de la actividad de vehículos de mercancías y de pasajeros”.
En el segundo trimestre de 2024, la infraestructura de recarga de acceso público en España ha aumentado hasta llegar a los 35.698 puntos operativos. Esto significa que hay 3.276 más que en los datos correspondientes al informe del primer trimestre, lo que se traduce en un crecimiento mayor al registrado de enero a marzo de 2024, según refleja el barómetro.
En este sentido, Anfac apuesta por mejorar el actual mapa de infraestructura de carga, puesto en marcha por el Ministerio para la Transición Ecológica, con información exacta y en tiempo real de ubicación, disponibilidad, funcionamiento y precios de la energía en los cargadores disponibles en el territorio nacional. La patronal ha solicitado al Gobierno la puesta en marcha de un plan de choque para señalizar antes de enero de 2025 la red de recarga ya existente en las carreteras del Estado, y dar así confianza al usuario.
“En España ha habido experiencias de cambio urgente de señales por motivos varios, como la eficiencia energética; acelerar la electrificación merecería ahora un esfuerzo similar”, destaca José López-Tafall, director general de Anfac. Al mismo tiempo, la patronal de la automoción insiste en reclamar el establecimiento de una serie de herramientas de colaboración público-privada que faciliten un despliegue de la red de puntos de carga en capilaridad, cantidad y calidad. Entre esas herramientas destacan la creación de un Centro Estatal gestionado por el Ministerio de Transportes que esté al cargo de supervisar, coordinar y garantizar el desarrollo de esta red nacional.