BCLM reúne en Bilbao a empresas y administraciones para presentar soluciones al relevo generacional y la retención de profesionales en un sector estratégico para la economía.
No hay fórmulas mágicas para captar profesionales en el sector del transporte y logística ni para retener el talento. Pero sí hay coincidencia en una idea: “Hace falta mucha empatía” para adaptarse a las prioridades de las nuevas generaciones y repensar la actividad con el fin de hacerla más atractiva. Y es que garantizar el relevo generacional es uno de los grandes desafíos de la logística, un problema transversal que no afecta solo a esta industria.
Este fue el hilo conductor de la jornada “Herramientas y soluciones para activar y fidelizar el talento en el sector logístico”, organizada por la Federación de Logística y Movilidad del País Vasco (BCLM), que tuvo lugar el pasado 25 de septiembre en la Torre Iberdrola de Bilbao.

El encuentro evidenció la magnitud del desafío. El sector del Transporte y Almacenamiento, que representa más del 6 por ciento del PIB de Euskadi, deberá cubrir 47.379 empleos hasta 2036, según datos de Futurelan, Observatorio de Prospectiva de Empleo. La combinación de crecimiento económico y jubilaciones acentúa un problema que se repite en toda Europa: falta de visibilidad, escasez de profesionales y fuerte competencia con otros sectores. “La batalla es brutal”, destacó María Seisdedos, directora de Personas en Cafés Baqué.
El reto de la visibilidad también estuvo muy presente en el debate. Para muchos jóvenes, el transporte sigue siendo un sector desconocido y poco atractivo, cuando en realidad ofrece múltiples salidas profesionales y oportunidades de desarrollo. Igualmente, en la jornada se incidió en la necesidad de dar mayor difusión a los servicios públicos de empleo y aprovechar las herramientas ya disponibles.
Foto fija del sector
La jornada, inaugurada por el presidente de BCLM, Eduardo Lasa, arrancó con la intervención de Francisco Pedraza, director general de Lanbide, Servicio Vasco de Empleo. Pedraza subrayó la importancia del sector en la economía y defendió la formación como palanca de inserción laboral. Lanbide, recordó el directivo, dispone de programas específicos para personas y empresas, con el objetivo de “reforzar la competitividad y la empleabilidad en logística”.
A continuación tuvo lugar una mesa redonda, moderada por Alfonso Alday, director de Transporte XXI, con la participación de representantes de Lanbide, la patronal Cebek y de las empresas Bergé, Cafés Baqué y Konexio, que compartieron sus estrategias en la gestión del talento.
La formación fue el eje central de la intervención de Arantza Niño, directora de Empleo y Formación en Lanbide. Niño presentó los cursos con compromiso de contratación que abarcan distintos ámbitos de la cadena logística, más allá del transporte por carretera. Asimismo, explicó los acuerdos alcanzados con Chile y Perú para facilitar la contratación en origen. Estos convenios, según coincidieron los ponentes, “pueden ser parte de la solución”, aunque se topan con un escollo: los plazos de tramitación, que superan en la mayoría de los casos los seis meses, pese a la reciente reforma de la Ley de Extranjería.
Herramientas para las empresas
Por su parte, la representante de Cebek, Begoña Pereda, presentó el programa PEAC (Procedimiento de Evaluación y Acreditación de Competencias Profesionales), que permite reconocer la experiencia profesional o la formación no formal de los trabajadores. “Una herramienta clave para dar un salto de calidad en la cualificación del personal, especialmente en un sector donde gran parte del aprendizaje se produce en la práctica diaria”.

Por la parte empresarial participaron Yolanda Novella, responsable de Recursos Humanos en Bergé; María Seisdedos, directora de Personas en Cafés Baqué; y Ander Markina, Business Developer en Konexio, que plantearon algunos de los retos a los que se han enfrentado en el ámbito del talento y soluciones innovadoras que han puesto en marcha.
El contacto directo con centros de formación, la organización de visitas a instalaciones y la creación de programas universitarios específicos fueron algunas de las propuestas que surgieron para revertir esa imagen.
Retos inmediatos
El debate coincidió en tres prioridades estratégicas para el futuro del sector: atender con urgencia el relevo generacional, hacer más atractiva la logística para captar nuevos perfiles, y diseñar soluciones flexibles para retener a los profesionales jóvenes, cuyas prioridades laborales difieren de las de generaciones anteriores.
La clave, coincidieron, pasa por construir un sector capaz de ofrecer proyectos de futuro, con estabilidad y oportunidades de desarrollo. Un sector que, en palabras de la representante de Cafés Baqué, necesita más que nunca “empatía y visión de largo plazo”.
La jornada organizada por BCLM sirvió, en definitiva, para trazar una hoja de ruta común en un escenario en el que el talento se ha convertido en el recurso más escaso. Una batalla que, lejos de tener recetas mágicas, exige innovación, colaboración público-privada y un esfuerzo decidido por comunicar mejor todo lo que la logística puede aportar a la sociedad y a la economía. Porque, como recordaron los ponentes, sin talento no hay logística, y sin logística no hay futuro.