El plástico ha sido considerado “área prioritaria de intervención” por la CE
En unos meses estrenaremos nuevo año, y una de las novedades que encontraremos será la entrada en vigor de la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. El objetivo es reducir los efectos negativos que la generación de residuos produce en la salud y el medioambiente, sentando las bases y principios de la economía circular. Se estima que los residuos producen en torno al 4 por ciento de los gases de efecto invernadero, debido al metano que se desprende en los vertederos.
El plástico ha sido considerado “área prioritaria de intervención” por la CE, ya que casi la mitad del volumen acaba en vertederos. Su consumo ha crecido exponencialmente en los últimos años, dados los múltiples beneficios que aporta en la sociedad. Sin embargo, la lenta degradación de los plásticos no reutilizables, y la presencia de algunos elementos tóxicos en su composición, crea un impacto negativo en el medio ambiente, especialmente en el entorno marino. Sin duda, reducir la generación de residuos y mejorar su gestión es un objetivo bueno y necesario, pero la ley también viene acompañada de nuevos impuestos que afectarán a todos los agentes de la cadena de suministro implicados en la producción y gestión de este tipo de envases. Se trata de un impuesto a los envases de plástico no reutilizables y al depósito de residuos en vertederos y su incineración, que con mucha probabilidad acabarán repercutiendo en el precio de los productos.
En el entorno inflacionista que nos movemos cabe preguntarse si la subida de impuestos conseguirá realmente el objetivo que plantea la nueva ley.
Ana González
cel@cel-logistica.org
© 2024, todos los derechos reservados.