El Catalejo  | 

La posguerra

No son días de populismos ni de esconder la economía maquillando la política con el regalo de mascarillas, sino de apoyar a los empresarios

Buena parte de los operadores portuarios en España estimaban en enero que 2020 iba a ser un año plano en el negocio. Nadie esperaba días de bonanza, bien por el alza del precio de los combustibles por la normativa IMO que puso en órbita el precio medio de los fletes, bien por las guerras comerciales entre este y oeste.

Y llegó el coronavirus, el pánico con la rotura de stocks en los supermercados, los ERTEs, el teletrabajo y el confinamiento con el parte diario de los miles de fallecidos. Valieron dos meses de estado de alarma para que algún político aprendiera la lección de que el transporte y la logística son negocios estratégicos, tras décadas de haber sido vilipendiados por decenas de gobiernos, aunque, a la fecha, la única compensación han sido unas miserables mascarillas. Esto no es una guerra, pero sí que habrá que afrontar una posguerra. “Estamos aguantando la vela y sufriendo, lo que toca”, me confesaba un veterano empresario del transporte que navegó por mil y una crisis. La actividad bajó mucho. Vendrán caídas superiores al 50 por ciento, cierres y fusiones.

¿Cómo diversificar los riesgos? Hoy es de aplauso el que aún apuesta por invertir. Pero hay que empezar a reflexionar que el negocio logístico ha cambiado y que la última milla se disparará sólo si las familias aguantan, al menos, el consumo. La evolución del turismo y la industria es vital. ¿Somos una sociedad diferente? No se acabó el mundo, pero hay un cambio dramático que afectará a la hora de hacer negocios. ¿Será la última vez? ¿Vendrán nuevos virus? ¿Cómo podré defender a mi empresa de otra pandemia? ¿Nos va a inmunizar el Gobierno de Sánchez? La vida ya es diferente por muchas vacunas que se logren. El mundo de ayer tardará en volver. Me temo que no son días de populismos ni de esconder la economía maquillando la política con el regalo de mascarillas, sino de apoyar a los empresarios como nunca nadie hizo. ¿Volverán los días de gloria?