Es importante que cada Ejecutivo nacional tome nota de la exigencia de la industria logística europea para no interrumpir los flujos de transporte
Hace tiempo que estamos observando la fragmentación y debilidad creciente de las cadenas logísticas globales a causa de una geopolítica esclava de imperativos que levanta barreras donde hacía tiempo que habían desaparecido, retrasa de manera indefinida el tránsito de las mercancías, y anula la circulación natural y eficiente de efectos por territorios donde éstos fluían, antes, de manera natural. Podemos (o no) comprenderlo, pero teníamos la confianza que esto sólo ocurría fuera de la Unión Europea, un espacio donde la circulación de bienes y personas era uno de los objetivos para fortalecerla y fomentar el crecimiento y la estabilidad. Pues no, ahora ya tenemos que dejar de confiar en estas premisas para chocar con una nueva realidad y adaptarnos a ella: la fragmentación interior de circulación en la UE.
Alemania empezó en septiembre con controles de paso adicionales en sus zonas colindantes con otros países, en un periodo de prueba de 6 meses, con el motivo del control de la inmigración ilegal, terrorismo y tráfico de personas. Austria lo imitó en sus fronteras con Eslovaquia y Chequia. Francia anunció que empezaría con esta política a principios de noviembre en las zonas limítrofes con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Suiza, Italia y España. Y así lo harán pronto también Dinamarca y Países Bajos en el control de sus límites territoriales. No entraré en debates políticos estériles, pero esta situación ya nos la encontramos durante la pandemia e incluso en aquel momento, era difícil justificar la fragmentación territorial interior, cuando los únicos que viajaban eran camiones y quienes sufrían de manera extrema eran los conductores y, por ende, las mercancías.
¿No aprendimos bastante durante la época pandémica que obstaculizar los flujos de mercancías es nocivo, perjudicial e inútil? Desde European Shippers’ Council (ESC), la red europea de empresas cargadoras que Transprime Spanish Shippers’ Council (SSC) representa en España, reclamamos que se establezcan corredores verdes, tal y como se hizo -en algunos puntos- al final de la pandemia, que priorizaba las mercancías y evitaba la eternización de las esperas fronterizas que sufrían los conductores.
Es importante que cada Ejecutivo nacional tome nota de la exigencia de la industria logística europea para no interrumpir los flujos de transporte, ya que nos enfrentamos a un riesgo de colapso severo del supply chain europeo, más allá de los elevados costes que estos retrasos van a causar.
De vez en cuando vuelvo a mi arcadia feliz, cuando leía infinitas veces a Astérix en sus múltiples aventuras. En eso estoy estos días por motivos personales, rodeado de un universo de personajes donde todos los colegas de Astérix tienen un nombre que termina en -ix; por eso pienso que debemos crear a nuestro propio cargador superhéroe y llamarle Logistix. Nuestro superhéroe Logistix representa a la empresa cargadora que, a pesar de todas las trabas, muros y problemas, se resiste y es incansable para impulsar el flujo de mercancías, en colaboración con el conductor, a quien confía sus bienes para que transite a través de la telaraña de problemas que acontecen durante la ruta.
Jordi Espín
jespin@transprime.es